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El jefe policial aseguró que tiene orden precisa de la Comandancia de luchar contra la corrupción interna en la Policía de Canindeyú. Rojas Torales señaló que, aparte de la investigación fiscal a la que serán sometidos, los tres policías -el oficial inspector Fernando González, el suboficial inspector Jorge Cáceres y el suboficial segundo Javier Bareiro- serán separados del cargo que ocupaban, trasladados y sumariados.
El alto mando departamental expresó que no se puede afirmar nada antes de terminar la investigación, pero que existen aspectos que se prestan a la suspicacia en la actuación de los uniformados. Los tres agentes prestaban servicios en el puesto policial del barrio San Pedro y en la víspera fueron denunciados por un ciudadano brasileño, Marco Antonio Rodrigues Pereira, por supuesta extorsión y privación ilegítima de libertad. La denuncia fue hecha ante la unidad penal Nº 1 de la fiscalía local, con el acompañamiento del consulado brasileño.
Según la denuncia, los tres ocupantes de un vehículo brasileño interceptado por la Policía cuando regresaba a su país fueron detenidos por supuesta tenencia de droga y compelidos a pagar 10.000 reales (unos G. 16 millones) para no ser procesados. Wilson Gomes Da Silva y Rafael Pavilla Teixeira fueron los otros dos detenidos.
Los uniformados, sin embargo, niegan la supuesta extorsión y afirman que en un procedimiento rutinario, mientras revisaban la documentación de los extranjeros, olieron marihuana en el vehículo, para luego ya en el puesto policial confirmar que uno de los ocupantes tenía droga guardada en su ropa interior. Supuestamente, hallaron 172 gramos de marihuana y 9 gramos de cocaína con uno de ellos.
El agente fiscal a cargo, Lorenzo Lezcano, confirmó que la comunicación policial del procedimiento se realizó casi tres horas después de la detención de los brasileños, cuando uno de ellos ya estaba realizando la denuncia por supuesta extorsión en la Fiscalía. “Aparentemente, decidieron hacer la comunicación cuando se enteraron que ya se les estaba denunciando”, señaló el fiscal.
Aclaró, no obstante, que se abren dos carpetas: una para investigar la extorsión y otra para verificar el supuesto tráfico de drogas, ya que uno de los detenidos reconoció que es consumidor de marihuana.