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Esta mañana la Justicia brasileña comunicó oficialmente que “Neneco” Acosta, supuesto autor intelectual del crimen, será extraditado a nuestro país la próxima semana, con lo que el caso envuelto en la narcopolítica vuelve a cobrar fuerza en la opinión pública.
El comisario Acosta, en el 2014 era jefe de la división de Investigación de Delitos y tuvo a su cargo encabezar en representación de la Policía Nacional las pesquisas del asesinato del corresponsal de ABC Color, ocurrido el 16 de octubre del año pasado en Villa Ygatimí, Canindeyú.
En contacto con nuestro diario, el jefe policial contó que bien temprano en la mañana del 17 de octubre, llegaron hasta lugar del crimen con un equipo de fiscales del Ministerio Público y se inició el trabajo, porque sabíamos la gravedad de la situación. Tuvimos que agilizar trámites preliminares que teníamos que hacer para empezar a actuar”.
Dijo que poco después del mediodía de aquella fecha ya contaban con los primeros datos importantes que empezaron a encaminar la investigación. “Esa mañana trabajamos con la testigo que quedo en el vehículo (donde fue asesinado Pablo Medina) y ahí el nombre de Wilson Acosta, más bien una evidencia de la vinculación de los Acosta”.
Tiempo después se hicieron públicas las declaraciones de la testigo, quien afirmó que Wilson Acosta fue quien disparó contra nuestro corresponsal y contra la joven Antonia, por lo que fue sindicado como autor material del doble crimen.
“Temprano al día siguiente (18 de octubre) se hicieron allanamientos desde las 4:00 de la mañana, en casa del intendente (Vilmar Acosta), también en la Municipalidad (de Ypejhú) y luego en las casas de las hermanas de Neneco, ese mismo día. La diligencia llego hasta la últimas horas de ese día”, rememoró.
Los sucesivos procedimientos en Canindeyú permitieron descubrir numerosos documentos y evidencias que vinculaban directa e indirectamente a Vilmar Acosta y su familia en el asesinato, “y a la par un equipo técnico en Asunción trabajaba con los números de celulares, también trabajaba Criminalística, se formó un equipo grande que trabajo”, lo que permitió que en unos ocho días los investigadores tengan una idea clara del móvil del crimen y de los autores materiales e intelectuales del hecho.
El caso fue prácticamente aclarado – nos cuenta – entre 22 días a un mes después de que ocurriera el atentado “y a medida que surgían datos, hacíamos allanamientos y nacían nuevas evidencias vinculantes”.
ESCAPE A BRASIL
Conforme las investigaciones, Vilmar Acosta abandonó el país recién al día siguiente de haberse consumado el asesinato de Pablo Medina, quien por años se había dedicado a investigar el narcotráfico en el norte del país.
Según explicó, la cercanía de ciudad de Ypejhú con la frontera con Brasil y los familiares con que cuenta Neneco en el vecino país, propiciaron que éste abandone Paraguay pasando prácticamente desapercibido.
“De acuerdo a los datos que manejábamos, al día siguiente del allanamiento a la municipalidad, ya no tuvimos registro de su presencia en Paraguay”, expuso y añadió que desde un principio estuvieron coordinando trabajos con las fuerzas del orden de Brasil, tanto con la policía civil, como con la forestal.
En ese sentido, sostuvo que se realizaron varios procedimientos en propiedades al otro paso de la frontera, antes de que fuera concretada la captura de “Neneco”.
Hoy, con la confirmación de que se cumplirá la extradición, el comisario Fleitas reflexiona: “La mayor motivación para un investigador policial es el esclarecimiento de un hecho”.