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El hecho se produjo anoche dentro de la Finca 470 de la comunidad indígena Kuapuvy, situada en Yvy Pytá II, departamento de Canindeyú, el cual es custodiado por un contingente de 50 efectivos policiales, quienes permanecen en el sitio para garantizar que los labriegos no vuelvan a ingresar a la propiedad Aché, informó Alberto Núñez, corresponsal de ABC Color.
El fiscal Vicente Rodríguez Barreto relató que desde un sector boscoso se escucharon disparos y luego se percataron que dos de los equinos se quejaban de dolor. Uno de ellos recibió un disparo en el lomo, mientras que el otro en uno de los miembros posteriores.
Un informe preliminar demostró que los animales fueron heridos con proyectiles calibre 22, que corresponderían a rifles automáticos. Se presume que los disparos fueron efectuados por algunos de los campesinos, en represalia por haber sido desalojados de las tierras que reclamaban como fiscales, y defendían la ocupación con documentos falsificados supuestamente expedidos por el Indert.
Tras el desalojo, los intervinientes se encontraron con tres hectáreas de cultivos de marihuana en etapa de cosecha, tal y como lo revelaron datos de inteligencia, y posteriormente se detectaron otras hectáreas más de la “hierba maldita” que fueron destruidas en conjunto por la Policía y los indígenas dueños de las tierras.