“El descenso es una señal de estabilización. Tal vez pueda crecer un poco más pero la tendencia es a la baja”, dijo el experto hidrólogo Nelson Pérez.
En las costas de Asunción, el río descendió a 7,54 metros, 46 centímetros menos del nivel que se considera “desastre” ambiental. “La persistencia de lluvias previstas hasta el fin de semana pueden incidir pero cada vez menos” , agregó el subdirector de la Dirección de Meteorología, Eduardo Mingo.
De todos modos, Mingo no descartó que el curso de agua crezca varios centímetros más en Asunción en la primera quincena de junio. Los expertos aseguran que el río Paraguay ya no llegará a la “cota de desastre” , fijada en ocho metros. Las personas afectadas por las inundaciones se ubicaron en plazas, parques y refugios.
El gobierno estimó en 70.000 la cantidad total de familias afectadas en Paraguay por la crecida. Se han distribuido más de un millón de kilos de alimentos.
Pérez anunció que en toda la cuenca alta, el río ha descendido hasta cuatro centímetros. La pequeña ciudad de Alberdi, de 10.000 habitantes, está protegida por un muro de contención. Los lugareños combaten el aislamiento con lanchas y botes a motor o a remo. Una carretera terrestre que la conecta con la capital quedó sumergida.
Si bien preocupa la creciente, el muro de Alberdi tiene 10 metros de altura. “Alberdi no está inundada en general salvo en algunos lugares debido a las lluvias” , dijo el hidrólogo.
Pese a la cantidad de damnificados, en su mayoría en Asunción, las autoridades enfocan la asistencia hacia las poblaciones aisladas del Chaco occidental. Se trata de poblaciones que han quedado inaccesibles por tierra. Los caminos se encuentran inutilizables, dijo el portavoz.