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“Fue un torbellino producido por las corrientes de aire frío y aire caliente, que se combinan y producen los torbellinos. El intenso calor era un presagio de la tormenta, que se dio con el choque del aire frío que venía del sur y uno caliente que teníamos en el país desde haces varios días, fue lo que ocasionó el sistema de tormentas. Más de 10 minutos duró el torbelllino que causó destrozos”, expresó Víctor Álvarez.
Consultado sobre si se trató de un tornado o vientos huracanados, aclaró que no se llegó a ese punto puesto que se trató de un sistema de tormentas que afectó a una zona no muy amplia y que más bien se trató de un fuerte torbellino.
“El viento sopló a 80 km por hora en la zona del aeropuerto, donde no registramos destrozos y, mediante un cálculo, en base a ese dato, se estima que los vientos superaron 120 km por hora en la zona de Mariano R. Alonso y Loma Pytá, donde se produjo el mayor daño”, dijo.
En principio se mencionó que los vientos eran de 100 km/h, pero los nuevos datos indican que fueron de mayor intensidad.
El mismo fenómeno meteorológico se registró en la zona de Ñeembucú, donde 1.846 familias fueron afectadas por el temporal.