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La demanda mensual estimada de consumo de tomate ronda los 6.100.000 kilos y la cobertura llega entre el 70 y 90% dependiendo de la época. Esta situación se vio agravada en los últimos días por el cierre de los pasos fronterizos, lo que evidenció además la falta de equipamientos tecnológicos estratégicos para los pequeños productores, derivando esto en los altos costos de hortalizas como el tomate, cuyos precios treparon hasta G. 15.000 por kilo, admitió el viceministro de Agricultura, Mario León.
El subsecretario de Estado aseguró que desde noviembre del año pasado, el MAG diseñó un programa que estipula el equipamiento tecnológico de la agricultura familiar, fondos obtenidos a través de la colocación de bonos soberanos, que pretende inyectar al sector unos US$ 45 millones en términos generales.
"Actualmente, la producción se ve afectada por un sistema de riego o la falta de sombra para condiciones apropiadas de producción, lo cual genera la oferta actual que también se vio agravada con el cierre de los pasos fronterizos", indicó en conversación con la 780 AM.
Sostuvo que en el marco de esta situación, los únicos beneficiados son justamente los productores que sí cuentan con las tecnologías apropiadas, mientras que los mayores afectados son los consumidores, por los altos índices inflacionarios. "Esta situación creemos que se estaría solucionando en los próximos días", aseguró.