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La idea central de la propuesta es que en ciertas horas del día las tarifas de la ANDE sean más baratas. Esto está pensado a modo de incentivar el consumo de electricidad durante este horario, lo que se traduciría en dos beneficios primordiales: el primero, una disminución en el monto a pagar por la electricidad, y en segundo lugar, una distribución equilibrada de la carga energética, evitando así la sobredemanda en las horas pico.
Ferreira considera que esta propuesta es viable y manifestó que la entidad a su cargo “no puede cambiar toda la red para estar de acuerdo con la expectativa de buen servicio que tiene la gente”. Mencionó además, que a puertas de un verano con alta demanda energética, lo único que puede hacer es apelar a la ayuda de la ciudadanía para establecer criterios y alternativas para evitar los cortes y mejorar el servicio.
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Argumentó que esto se debe a que hay problemas de infraestructura que aún persisten.