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Tras juntarse en la céntrica plaza decidieron marchar por algunas calles céntricas e intentaron llegar hasta una sucursal de una farmacia propiedad de la familia Urbieta Cáceres ubicada en Profesor Guillermo Cabral entre Don Bosco y Padre Sarmiento. La policía evitó que los manifestantes se acercaran al lugar.
Los escrachadores portaban carteles donde pedían, entre otras cosas, la renuncia del intendente liberal. Según los manifestantes existen numerosos cuestionamientos a la administración del jefe comunal. En la noche de hoy creció la cantidad de personas que mostraban su apoyo a los manifestantes.
En tanto que los adherentes al jefe comunal se juntaron frente a la casa del mismo, allí en un discurso conciliador Alejandro Urbieta dijo que va a buscar la paz en la ciudad mediante el diálogo. Aseguró que no renunciará y esta mañana se entrevistó con el obispo de la diócesis local, Miguel Ángel Cabello Almada para tratar de mediar para evitar un eventual enfrentamiento entre ambos bandos.