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Tensión, empujones, gritos y llantos se tuvieron frente a la sede del Poder Judicial en Ciudad del Este en la mañana de este sábado. El concejal Celso “Kelembú” Miranda y los abogados Jorge Brítez y Paraguayo Cubas, todos detenidos el pasado jueves por pintar con aerosol las paredes de la Fiscalía, debían acudir a una audiencia indagatoria.
El primero en ser llevado a la sede judicial fue el concejal Miranda, quien llegó a bordo de una patrullera desde la Jefatura de Policía del Alto Paraná y escoltado por una fuerte dotación de agentes del orden. Frente a tribunales ya estaba presente un grupo de aproximadamente 50 personas que se manifestaban en apoyo a los tres imputados, la mayor parte de ellos ciudadanos y abogados nucleados en diversos gremios, informó la corresponsal de ABC Color Mariana Ladaga.
Miranda llegó hasta el pasillo de la sede judicial y allí decidió negarse a prestar declaración ante la jueza, alegando que no tenía nada que declarar ante una magistrada que “ya está vendida”. Ante esa situación, se ordenó la salida de todos los que estaban en el predio judicial, incluyendo manifestantes y trabajadores de prensa.
Llamativamente, los efectivos de la Policía no hicieron amague alguno por retirar a funcionarios del departamento de prensa de la Municipalidad de Ciudad del Este que se encontraban en el lugar tomando fotos y filmando todo lo que ocurría.
Una vez que Miranda fue retirado del lugar, fue llevado el abogado Jorge Brítez. Poco después de bajar de la patrullera en la que fue trasladado hasta la sede judicial, Brítez pidió que entraran todos los abogados que se encontraban en el lugar para acompañarlo durante la audiencia; varios de estos profesionales agremiados en diferentes grupos habían denunciado la ilegalidad de la detención de Brítez, Miranda y Cubas.
Sin embargo, la jueza pretendió limitar a dos el número de abogados que podía acompañar a Brítez, eso a pesar de que la Constitución Nacional garantiza a los procesados la posibilidad de elegir a sus representantes legales y el número que considere necesario. Ante esta situación, Brítez se negó a declarar, por lo que fue esposado y llevado nuevamente a bordo de la patrullera de la Policía.
La Patrullera avanzó aproximadamente media cuadra y en medio de discusiones, el móvil policial retrocedió y unos 30 ó 40 efectivos de la fuerza del orden rodearon y llevaron a rastras a Brítez al interior del Palacio de Justicia, desde donde salió un emisario de la jueza asegurando que el imputado había dicho que quería dos abogados más.
Ante la insistencia de la gente y la falta de confianza, Brítez salió hasta la entrada de la sede judicial –siempre esposado y rodeado por una dotación importante de agentes de la Policía- y allí explicó que elegiría dos abogados por cada gremio presente. Finalmente fueron seis los profesionales que ingresaron con él, aunque extra oficialmente se maneja que solo se permitirá que dos lo defiendan de manera formal.
La mamá y el hermano estaban sentados a un costado de la entrada del tribunal, guarecidos bajo la sombra, y la Policía los obligó a retirarse del lugar. Toda la vereda del predio judicial está cercada por la Policía que incluso puso una camioneta en medio de la vereda.
Tensión en el ambiente se vive a la espera de saber cómo avanza la audiencia, mientras que la Policía reforzaba su presencia recurriendo incluso a efectivos de la Montada que llegaron al lugar.
La fiscala de Ciudad del Este Analía Rodríguez imputó el viernes al concejal municipal Celso “Kelembu” Miranda y a los juristas Paraguayo Cubas y Jorge Brítez por escribir con aerosol en las paredes de la Fiscalía local. Se adjudicaron la autoría de los escritos de repudio contra dos fiscales.
a agente penal decidió atribuir a los tres los hechos punibles de coacción, daño a cosas de interés común y violación de la ley de garantías de fueros, en carácter de coautores, y solicitar medidas alternativas a la prisión preventiva.
Los implicados fueron detenidos el jueves último tras pintar frases como “Cueva de Bandidos” en el acceso a la Fiscalía local, y las palabras “bandida” contra la fiscala Cinthia Leiva y “ladrón”, en alusión al fiscal Alfredo Ramos Manzur.
Alegan que Leiva y Manzur encubren a la dupla Sandra McLeod y su esposo Javier Zacarías Irún (ANR) en casos de corrupción.
Ayer se presentaron a declarar en carácter de indagatoria y tanto los dos abogados como el concejal departamental reconocieron los hechos atribuidos, pero dijeron que era la única forma de exponer a corruptos al escrutinio público.
Según refirió la fiscala Rodríguez, Paraguayo Cubas inclusive manifestó que iba a pintar “todo el Paraguay” y que tildó de borracho y narcotraficante al presidente de la República Horacio Cartes.
La comparecencia de los detenidos fue “acompañada” por unos 25 manifestantes que exigían la liberación de los mismos y los apoyaban. Una fuerte dotación policial cercó la sede de la Fiscalía y los portones de acceso fueron cerrados.