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El abogado de la teniente, Carlos Mendoza, lamentó que en esta instancia “ya no hay nada que hacer ni a quién pedir socorro”, pues se trata de un fallo de la Corte Suprema de Justicia y la militar deberá indefectiblemente cumplir con la prisión en el interior de su unidad.
La teniente, quien había pedido a las Fuerzas Armadas condiciones para dar de mamar a su bebé, se involucró en un conflicto de grandes proporciones que tomó estado público. Como resultado, ella obtuvo un gran respaldo de la sociedad.
Si bien, por su parte ella aseguraba que solo solicitaba los permisos que la ley le otorgaba para dar de mamar a su hijo, la versión de las Fuerzas Armadas aseguraba que la teniente cometió “indisciplina y calumnia” y la procesaron por estos hechos.
La Justicia Militar aseguró en su momento que el proceso de Quinteros no guarda relación con el derecho de dar de mamar a su hijo, sino con un acto de “calumnia y faltas a la disciplina militar”, que según ellos cometió la teniente.
La “indisciplina” de la militar consistió básicamente en que pidió que se reconsidere su orden de traslado para poder alimentar a su bebé, pues en la oficina donde estaba anteriormente podía hacerlo y en el lugar al que la trasladaron, los horarios de las guardias y la distancia imposibilitaban que ella fuera junto a su hijo o se lo llevaran.
Por su parte, la Armada se reafirmó siempre en que los traslados dentro de las Fuerzas Armadas “no coartan” el derecho de la mujer ni del niño y aseguraban que Quinteros “lo ejercía con normalidad”. En sus comunicados recalcaron siempre que “no se cometió abuso de autoridad”.
Así, el caso llegó a la Corte Suprema de Justicia, donde se decidió que la militar madre cumpla con un arresto de 45 días dentro de su unidad, la Armada.
“Creo que los ministros de la Corte no vieron el fondo de la cuestión. Fueron muy formalistas”, lamentó Carlos Mendoza, abogado de Carmen Quinteros.
El jurista lamentó que, pese a todos los esfuerzos, ahora ya no hay nada que hacer y que su clienta tendrá que estar en arresto, aunque se procuraron condiciones para su comodidad y que esté en su habitación, no en un calabozo. “Ella estaba viviendo en la Fuerza Aérea y ella es de la Armada Nacional. Va a tener que volver a donde pertenece porque ahí estará protegida por su comandante”, explicó el defensor.
Agregó que el comandante permitirá visitas y, “en algunas ocasiones, permitirá que con un vehículo de la Armada se la acompañe hasta su casa”.
Además, verán la forma de conseguir un espacio en la unidad para celebrar el cumpleaños del hijo de la militar, por el que tanto luchó para garantizar su derecho a la lactancia, quien está por cumplir cuatro años.
“Esto fue muy inoportuno por parte de la Corte Suprema de Justicia. Esto salió muy trasmano, hay veces que hay que fallar en equidad, no en justicia”, lamentó el abogado, aunque rescató que no lograron darle los dos años de prisión, que era el objetivo de las autoridades militares, dijo.
A su vez, aclaró que “el comandante no tiene opción, porque es una decisión de la Corte Suprema”.
El letrado rescató como hecho positivo que, gracias a que su clienta fue la primera que peleó por el derecho a la lactancia, “ahora todas las unidades castrenses ya se adecuaron, ya saben que hay mujeres y que la naturaleza requiere que amamanten. Fue un caso emblemático para ambas partes”, dijo.
Al consultarle sobre cómo tomó Quinteros la decisión, comentó que la teniente vio el lado positivo y concluyó en que terminará “pagando muy poco” en comparación con todo el apoyo de la sociedad que ganó y el logro de instalar el respeto de este derecho y las salas de lactancia en las Fuerzas Armadas.
“Hubo un antes y un después de Carmen Quinteros. Lo injusto es que ella es de la primera promoción de mujeres, tiene las mejores notas y en su legajo va a figurar esta marca de arresto”, lamentó el abogado.