Cargando...
El jefe de Delitos Informáticos del Departamento Contra Delitos Económicos de la Policía, comisario Diosnel Alarcón, se refirió a los últimos golpes perpetrados en cajeros automáticos. La ola continuó esta madrugada con el robo al cajero de San Bernardino, departamento de Cordillera. Los agentes están en “alerta permanente” y las propias autoridades hablan de una “amenaza constante”. Los efectivos realizan guardias aleatorias, pero no son suficientes para desalentar a los delincuentes.
Alarcón señaló que la dificultad a la hora de frenar la ola de explosiones a cajeros obedece a la gran cantidad diseminada por varios puntos del país. Solo en Asunción y los alrededores hay más de 800 aparatos, detalló. Señaló que para la Policía resulta imposible custodiar cada uno de los puntos de expendio de dinero, por lo que indicó la necesidad de establecer regulaciones a la hora de instalar los cajeros automáticos. Mencionó que en muchas ocasiones, los mismos están ubicados en lugares no recomendables y en condiciones poco favorables.
Al ser abordado con respecto a si los golpes continuarán, el uniformado reconoció que “es de esperar que ocurran más golpes”. Explicó que la época actual es de gran circulación de dinero; “los cajeros están cargados y entonces los golpes van a seguir”, refirió. En otro momento, fue más allá y reafirmó que se esperan golpes más importantes, inclusive ya a transportadoras de caudales.
Días atrás, la Policía ya alertaba sobre un eventual plan para perpetrar el “robo del siglo” aprovechando la coyuntura actual. Las autoridades reconocieron que todo apunta a que estas explosiones a cajeros serían apenas una “práctica” para robos mayores. La Policía Nacional ya activó un sistema de alerta y advirtió a los bancos y transportadoras de caudales sobre el riesgo permanente en estas semanas. Los investigadores reciben constantes informes sobre posibles planes de golpes, pero hasta el momento no logran frenar esta ola de delincuencia que se extendería hasta los primeros meses del próximo año.