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Fue el sacerdote de Choré, Bernardo Cristaldo Mieres, hermano del mencionado, quien transmitió el temor de la familia de posibles represalias a consecuencia de las acciones criminales de su hermano, con quien mantuvo contacto por última vez en el año 2003.
El religioso sostuvo que hasta la fecha los inocentes pagan por los pecados de su hermano. En conversación con radio ABC Cardinal, el sacerdote relató que fueron víctimas de numerosos allanamientos de noche y madrugada por el solo hecho de tener el apellido Cristaldo Mieres.
A los allanamientos anteriormente mencionados, ahora se suma la amenaza de grupos paramilitares, como el de “Justicieros de la Frontera”, quienes tendrían la intención de tomar represalias hacia las familias de quienes integran en el grupo criminal EPP.
“Estoy un poco reacio a tratar de interpelarle; tiene pocos sentimientos. Por eso decidió dejar a su familia; le hicimos saber nuestra preocupación y que buscamos un país mejor desde nuestras posibilidades; lamentablemente, nosotros pagamos por su decisión”, cuestionó el párroco.
El temor de la familia Cristaldo Mieres cobra fuerza tras el reciente rapto de una docente familiar de Alejandro Ramos, ocurrido hace una semana, al tiempo de recodar un episodio en que fue incendiado un taller de la familia unos dos años atrás. “Nos duele mucho lo que él (Manuel Cristaldo Mieres) les hace a otras personas y lo que nos hacen a nosotros. Muchas cosas pasan con nosotros por su culpa”, dijo.
En otro momento, dijo que espera que las autoridades marquen una presencia real en el norte del país a fin de combatir a la delincuencia organizada. En cuanto a su hermano, el sacerdote espera que retorne y que sea la justicia la que determine las consecuencias de su accionar al margen de la ley.