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“Se terminará el duelo, pero el dolor sigue latente. El dolor no mengua, pero te acostumbrás a vivir con él”, dijo la madre durante su visita a ABC TV, recordando el terrible caso de su hijo en octubre del 2004.
Visiblemente afectada, reconoce que toda su familia sigue afligida. “Desde nuestro punto de vista, no es noble para su memoria dejar de vivir la vida como a él le hubiera gustado”, señaló.
Sostuvo que sus compañeros de escuela a esta edad ya son padres de familia. “Su muerte fue demasiado cruel”, agregó.
“Todos los secuestros son dramáticos y terribles, tengan el final que tengan. Ese temor por la vida del que está secuestrado no se puede describir. En el caso de Amin, al tener 10 años, a todos nos golpeó más”, expuso.
Dijo que su habitación y su placard continúa intactos, tal y como lo dejó antes de ser secuestrado. “A mí me cuesta mucho ver sus fotos”, confesó.
Recordó que el colegio donde asistía, el Cristo Rey, acompañó a la familia de manera increíble. “Nos abrieron las puertas para el velorio de Amín. Se hizo en el templo de Cristo Rey”.
“Hay cosas irreparables, irreversibles, irremediables; el resto lo podés arreglar”, reflexiona.
Finalmente, agradeció a la ciudadanía por las muestras de afecto todo este tiempo. “Es bueno saber que no se olvidan de mi hijo”, concluyó.