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Atendiendo el cierre y al aumento de la población penal, la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios solicitó a la máxima autoridad la reapertura de los dos penales que funcionan en Emboscada: la penitenciaría regional de Emboscada y el penal Padre Juan Antonio de la Vega.
El motivo de la medida es "la imposibilidad física y logística de albergar más internos en el lugar (Tacumbú), ya que el alto grado de hacinamiento incrementa los casos de violencia entre las personas privadas de libertad".
Se informó a la Corte Suprema de Justicia, al Ministerio de Defensa Pública, al Ministerio Público y a la Comandancia de la Policía Nacional a fin de que no se deriven más reos internos a la cárcel de Tacumbú.