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Jason Carpenter se sentó en la sede del bufete de Butler Snow LLP el 17 de noviembre de 2015 en Birmingham, Alabama, y dio su declaración, bajo juramento, ante la Corte distrital de los Estados Unidos, Distrito este de Carolina del Norte. El documento en que se hace constar sus declaraciones fue clasificado como “altamente confidencial”.
Carpenter fue uno de los dos empresarios tabacaleros que, junto a Christopher Small, fueron contratados por el Buró de Alcohol, Tabaco y Explosivos (ATF) para infiltrarse dentro de Tabacalera del Este SA y comprobar que esta hacía contrabando dentro de los Estados Unidos. El informante trabajó para una empresa llamada US Flue Cured/Big South Distribution y dejó el trabajo el 15 de marzo de 2013, el mismo año en el que ATF cerró la investigación a Tabesa y en el que Horacio Cartes fue elegido como presidente del Paraguay.
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El infiltrado contó que consiguió que su hermano, Tim Carpenter, trabajara para la empresa Tabacos USA, que no es otra cosa que la representación legal de Tabacalera del Este en los Estados Unidos. Sus oficinas están en el estado de Pensilvania. Agregó que Tabesa era objetivo del Gobierno de los Estados Unidos desde diciembre de 2008.
Establecer esta conexión con Tabesa y ganarse la confianza de sus empresarios no le costó barato al Gobierno de los Estados Unidos. ATF gastó, al menos, US$ 2.500.000 en fomentar esta relación.
Interrogador: ¿Es justo decir que la empresa Tabesa era un objetivo de ATF?
Jason Carpenter: ¿Al momento de la adquisición de los bienes?
Interrogador: Sí, señor.
Jason Carpenter: Sí.
Interrogador: ¿Y desde cuándo era un objetivo?
Jason Carpenter: Desde... setiembre de 2008.
Interrogador: Okay.
Jason Carpenter: En mi conocimiento, no sé desde cuándo se convirtieron en un objetivo.
Interrogador: ¿Entonces fueron un objetivo por durante al menos tres años?
Jason Carpenter: Sí.
Interrogador: ¿Y usted construyó una relación con Tabesa que le permitiría recibir información confidencial que eventualmente la pasaría a ATF?
Jason Carpenter: Desarrollé una relación con personas empleadas por Tabesa. Y sí, pasé esa información a la ATF.
Interrogador: Eso es correcto. El señor Small testificó que adquirir esa relación causó que ustedes gasten US$ 2.500.000.
Jason Carpenter: Eso es correcto, sí.
Interrogador: ¿Construir una relación?
Jason Carpenter: Construir una relación, quiero decir, es mucho más que construir una relación. La ATF junto con otras agencias querían todo el producto que llegaba de América del Sur, Paraguay, específicamente que el producto de Tabesa esté en un sitio que ellos podían controlar. Entonces hubo muchos gastos relacionados a esto.
Interrogador: Sí, incluyendo la inversión en una fábrica de agua mineral.
Jason Carpenter: Gaseosas, sí.
Interrogador: ¿De Paraguay?
Jason Carpenter: Sí.
Interrogador: Lo que era una pérdida desde el comienzo, ¿verdad?
Jason Carpenter: Eso es correcto señor, sí.
Interrogador: Entonces, creo que estos objetivos eran malas personas.
Jason Carpenter: Había algunos que eran muy malos, sí.
Interrogador: ¿Hizo algún contacto personal con los objetivos?
Jason Carpenter: Oh, absolutamente.
Interrogador: ¿Cuál sería el objetivo de un contacto personal con objetivos?
Jason Carpenter: Bueno, como mencioné, yo debía desarrollar una relación personal una vez que ellos llegaban a nuestras dependencias. Querían que compráramos sus productos, esconder sus productos, cualquiera que sean, o que los ayudáramos a manipular los informes por dinero. Una vez que un individuo o una entidad se convertía en un objetivo, yo empezaba a informar sobre estos individuos y a enviar informes a la ATF o al FBI, dependiendo del objetivo.
El jefe de Gabinete Civil, Juan Carlos López Moreira, también está implicado en las declaraciones. Él era uno de los gerentes más importantes de Cartes en 2011, año en que se hizo más intensa la investigación a Tabesa.
Estados Unidos hasta ayudó a establecer la empresa Bebidas USA –dependiente de Bebidas del Paraguay– como parte de la “fachada” para la investigación. El infiltrado contó que no solo ATF investigó a Cartes, sino también lo hicieron la DEA (agencia antidrogas) y el FBI (buró de investigaciones).
Interrogador: Y el correo electrónico está dirigido... está fechado el 28 de febrero de 2011 a... no puedo pronunciar ese nombre...
Jason Carpenter: Juanca.
Interrogador: Juanca y Qs?
Jason Carpenter: Eso es correcto.
Interrogador: ¿Quiénes son?
Jason Carpenter: Bueno, en ese momento, eran representantes de Tabesa.
Interrogador: De acuerdo, Tabesa es una... ¿sus dueños son gente de Paraguay?
Jason Carpenter: Eso es correcto.
Interrogador: Espefícicamente, el Presidente, ¿el actual presidente de Paraguay?
Jason Carpenter: Sí
Interrogador: ¿Y ellos eran un objetivo?
Jason Carpenter: Sí.
Interrogador: ¿Para qué?
Jason Carpenter: Bueno, había muchas agencias que los investigaban a través del fiscal del distrito por narcotráfico, lavado de dinero, contrabando. Muchas agencias apuntaban a Horacio Cartes.
Interrogador: Okay, no es mi propósito adentrarme en eso.
Matt Apuzzo, periodista del New York Times que indagó en el caso, conversó con ABC Color este lunes. Consultado sobre por qué ATF cerró la investigación sobre Cartes, dijo que entiende que ocurrió por “cuestiones políticas”. Sostuvo que investigar a un presidente de la República es mucho más difícil para el Gobierno de los Estados Unidos que a un empresario extranjero.
Una operación encubierta de ATF de los Estados Unidos, hecha entre 2006 y 2013, comprobó que Tabacalera del Este SA, empresa de Horacio Cartes, envió cigarrillos de contrabando a ese país. El contacto con Paraguay lo hicieron estos dos “informantes” que dieron sus declaraciones testificales al Departamento de Justicia de Estados Unidos.