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Para el período 2014, el Poder Legislativo tiene presupuestados G. 509.330.460.000, según consta en el portal del Ministerio de Hacienda. Mensualmente, esto representaría un total de G. 42.444.444.000 aproximadamente.
De acuerdo a las nóminas dadas a conocer en los últimos días en cumplimiento de la Ley 5.189, la Cámara de Diputados, el Senado y el Congreso cuentan con un total de 3.364 funcionarios -contratados, permanentes y asesores- que representan mensualmente un gasto de G. 17.615.045.160.
Es decir, solo para el pago a los funcionarios el Legislativo utiliza el 41% de su presupuesto mensual. Muchos de los funcionarios perciben sumas siderales en sueldos y bonificaciones sin tener grado universitario. Anualmente, el Congreso les cuesta a los contribuyentes unos US$ 48 millones.
La nómina de funcionarios de las diferentes instituciones públicas fue dada a conocer como consecuencia de la entradas en vigencia de la Ley 5.189 que obliga a hacer públicos nombres, cargos y lo que perciben los empleados de las diferentes entidades.
Apenas entró en vigencia, saltaron a conocimiento público los sueldazos que perciben mensualmente funcionarios del Congreso sin grado académico y en cargos como director de Fotocopias y director de Mozos, lo que generó el repudio generalizado de la ciudadanía. A eso habría que agregar las millonarias gratificaciones trimestrales que reciben funcionarios del Senado y del Congreso.
El actual titular del Legislativo, el liberal Blas Llano, anunció hace algunos días que se realizarían recortes en las gratificaciones y que se desvincularía a aquellos funcionarios que no fueran necesarios o no cumplían sus horarios. Contó por ejemplo que un día se encontró con cuatro ascensoristas para un solo ascensor. El anuncio de Llano motivó el enojo de sindicatos de funcionarios que anunciaron paro en repudio a la decisión.