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En contacto con ABC Cardinal, el subcontralor Camilo Benítez, en teoría segundo al mando dentro de la Contraloría General de la República, contó que recientemente solicitó informes sobre el trabajo de la Dirección de Declaraciones Juradas, en relación con dictámenes que habían hecho sobre funcionarios públicos que están procesados por enriquecimiento indebido, y la respuesta que le dieron es que no le darían acceso a esos datos, pues ya los habían remitido “al despacho del contralor”.
“Le pedí a la directora de Declaraciones Juradas que me remita una copia del examen de correspondencia, si es que había el examen firmado, y lastimosamente no tuve respuesta. Informalmente me dijeron que esos informes fueron remitidos al despacho del contralor”, denunció el funcionario.
Benítez reconoció que quizá no tenga facultades para pedir informes al contralor, “pero sí a los directores que están por debajo en orden jerárquico del subcontralor, y eso fue lo que hice, pero ellos me dejan como en un limbo porque el contralor no me va a dar esa información”, lamentó Benítez, quien admitió que presume que la orden de negarle datos proviene “de la máxima autoridad de la Contraloría”.
“No veo por qué los directores no me quieren informar, no hay una cuestión personal. Me siento incómodo”, confesó el subcontralor.
Según dijo, este escenario en el cual el contralor no permite la injerencia de su segundo al mando es una historia repetida dentro de la institución. “Lastimosamente es la situación histórica que siempre se vivió en la Contraloría. Nunca pudo haber un trabajo coordinado entre el contralor y el subcontralor”, comentó Camilo Benítez.
Relató también que en un viaje reciente que hizo Enrique García al extranjero, no le notificó de su designación como encargado de despacho. “Me dijeron que nombró a otra persona, yo no creo. Simplemente creo que no nombró a nadie porque se fue tres o cuatro días nomás”, opinó el funcionario, quien insistió en que no tiene ningún problema del ámbito personal con Enrique García.
No obstante, reconoció que desde hace más de un año no mantienen conversaciones. “No hablo con él, ni él conmigo, creo que él cree que esa es la manera que le conviene manejar la institución, en especial después de que se iniciara su juicio político. Tal vez cree que tengo algo que ver con eso, no sé, estoy especulando”, mencionó Benítez.
Contó que en su momento él quiso tener intervención en las decisiones que se tomaban, “pero él (García) nunca me permitió tener acceso a los nombramientos de directores, síndicos y funcionarios, decisiones de auditoría, políticas institucionales, etc. Nunca me dejó encargarme de algún aspecto dentro de la Contraloría”, lamentó.
Fue por eso que, tratando de cumplir su función de alguna forma, Benítez refirió que constantemente pide informes para tratar de supervisar las direcciones por debajo de la Subcontraloría, pero tampoco en esto ha tenido suerte. “Antes me respondían, de un tiempo a esta parte se rompieron esas relaciones”, comentó.