Justifica gasto para saber “dónde están” los pobres

El ministro de la Secretaría Técnica de Planificación (STP), José Molinas, justificó un nuevo gasto de US$ 3 millones, en un lapso de tres años, en la realización de una especie de censo con el que busca saber “dónde están” los pobres en el país.

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En una entrevista con ABC Cardinal, el funcionario afirmó que su estrategia al frente de la STP, “desde el primer día”, tuvo un “enfoque de precisión”, en el sentido de que necesitan saber en qué nivel y condiciones de pobreza están las personas: extrema o moderada. Dijo que desean dar énfasis al sector rural, donde reside el 80% de los pobres extremos, y el 60% de los pobres totales del país.

Dijo que, básicamente, eso se hace a través de una ficha, donde uno se va a identificar dónde viven las personas y sus condiciones de vida, que a simple vista no se puede distinguir. Indicó que hacer cada ficha tendrá un costo de US$ 20, aproximadamente, y que llegar a 150.000 hogares da como resultados esos US$ 3 millones.

Preguntado si no implicará una duplicación de gastos, puesto que esos datos debería proveer la Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos, explicó: “Hay una razón fundamental: que lo estadístico no es igual a un registro administrativo. Para tener estadística de hogares hay un principio fundamental para que la gente cuente la verdad, que se llama ‘secreto estadístico’, está en nuestra legislación de todo el mundo”.

Añadió que el que hace un censo nacional o la encuesta de hogares, que busca generar “información estadística”, va con un “juramento”, de que ni bajo tortura puede dar la información de un hogar determinado, y que es lo que otorga “toda la tranquilidad” al encuestado para a contarle la verdad, y que nadie va a tener ese nombre para ir a verificar.

Sin embargo, sostuvo que ese “juramento” hace que sea imposible usar esa información estadísticas para programas sociales, porque no se puede identificar plenamente al encuestado. “Con este trabajo, el encuestado debe contar toda la información o no, de modo que se pueda ver en qué programa social es elegible, porque nuestra ficha social tiene el número de cédula de identidad personal, la foto de la familia, números de teléfono, los datos del GPS, y la firma de que está de acuerdo”, expresó.

Al señalársele que se estará duplicando el trabajo dentro del Programa Tekoporâ, que también maneja datos sobre pobreza extrema, dijo: “No es tanto así. En Tekoporâ reciben hasta 72 cuotas, entonces puede haber familias que en el 2012 fueron incorporadas en programa y que siguen recibiendo sus beneficios, pero que ya han salido del nivel de pobreza. Por otro lado, con este programa no se llega a toda el área rural”.

Sobre el punto, agregó que quieren identificar a la gente que no está siendo alcanzando con Tekoporâ, y que lo primero que la STP hace es cotejar si tienen ficha social. “Todavía no les tenemos bajo el radar a todas las personas que necesitan estar y eso necesitamos hacerlo, y no es una duplicación”, acotó.

 

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