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Para los investigadores, al menos a nivel policial, se maneja la fuerte hipótesis de que los principales responsables de la muerte de los suboficiales Ubaldo Remigio Aguilar Benítez y Francisco Benítez Benítez serían narcotraficantes, aunque no se descarta que sen traficantes de rollos, quienes están invadiendo la propiedad de unas 8.000 hectáreas con reserva natural que estaba siendo depredada y, a pesar de las denuncias periodísticas, no se ha actuado en su momento.
El principal objetivo de los asesinos –se especula– eran las potentes armas que portaban los efectivos policiales tácticos, quienes fueron sorprendidos por los atacantes. Desde la mañana del domingo se anuncia una redada en la zona, por lo que la policía advierte a los ciudadanos salir con sus respectivos documentos, teniendo en cuenta que las que no tengan serán llevados a la comisaría jurisdiccional.
El comisario general Bartolomé Báez, subcomandante de la Policía, encabezará los operativos en la zona de conflicto, según informaron. Llamativamente, esta tarde el tráfico de rollo era incesante en el área de influencia en donde se produjo la masacre de los agentes policiales, una zona minada por poderosos malvivientes, refieren los datos.
También están otros altos jefes policiales, como el comisario principal Abilio Lezcano Galeano, quien se encargará de cooperar y dirigir los trabajos en base a informaciones que vayan surgiendo, según confirmaron desde la Comandancia.
Según los datos proveídos por los propios agentes policiales de las comisarías aledañas, cerca de la medianoche del viernes ya se tuvo conocimiento del hecho, pero supuestamente nadie se animó a ir a la zona debido a que existen grupos armados en esa área, donde había caído uno de los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Gabriel Zárate Cardozo, tras el asesinato del docente Hugo Julián Ortiz Villalba (66), exsuegro de Óscar Luis Benítez, alias Male’i, tesorero del EPP, ocurrido en setiembre de 2010.