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La magistrada aclaró que su resolución solo ordenaba retirar el apellido del actual esposo de Narcisa de la Cruz del acta de nacimiento del niño de 10 años.
“Por qué vamos a anular el reconocimiento de la madre. Ellos (los responsables del Registro Civil) se equivocaron”, aseveró, en contacto con la 780 AM.
Al explicar el procedimiento, la jueza indicó que la pareja de la madre se presentó ante su juzgado en el marco de un juicio de desconocimiento.
Al manifestar sus dudas respecto a la paternidad del niño, se ordenó una prueba de ADN tanto al niño como a la madre y al supuesto padre, tras lo cual se confirmó que el hombre no es el progenitor.
Ante este resultado, se ordenó retirar el apellido Zárate del registro del niño; sin embargo, debía quedar intacto el apellido de la madre, insistió.
“No sé por qué el Registro comete un error de esta naturaleza. No había por qué anular ambos apellidos. No puede hacerse desaparecer al niño (de los archivos)”, refirió al ser abordada respecto a la actual situación del menor, quien no figura en los papeles.
Néstor Stellato Mojoli, director de Registro Civil, indicó que se limitó a cumplir la orden de la jueza Benítez.
“La jueza pide dos cosas: una es la cancelación del acta de nacimiento y, en segundo lugar, le ordena a fulana de tal (la madre) a declarar ante Registro Civil. Yo doy cumplimiento estricto a la sentencia”, refirió.
Al insistir en que actuó de acuerdo a la norma, Stellato señaló que el segundo paso, en que Narcisa de la Cruz debía reconocer nuevamente a su hijo, es el que no se cumplió.
“Me ordena a mí que cancele el acta de nacimiento y le ordena a la madre que inscriba a la criatura, pero la madre no viene a hacer el reconocimiento”, sostuvo.
El 22 de diciembre pasado, la jueza Benítez ordenó retirar el apellido Zárate de los registros del niño, seis meses después de que Lugo confirmara que lo reconocerá.
A siete meses del anuncio, el exobispo aún no se presenta a firmar los documentos y otorgar su apellido a su segundo hijo.
El trámite debería cumplirse antes del inicio del periodo escolar, a fin de que el menor no pierda el año.