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Minutos antes de las 5:00, los trabajadores de los medios de comunicación se alistaban para situarse en las cercanías de la tarima esperando por la celebración religiosa de las 6:00 de la mañana cuando nuevos inconvenientes se sumaron al desempeño de sus labores, informó Magdalena Benítez, periodista de ABC Color.
Un oficial de la Guardia Presidencial, en actitud prepotente, ordenó a todos los periodistas, camarógrafos y fotógrafos a ubicarse detrás de las vallas, junto con las demás personas, por “motivos de seguridad”.
Los miembros de la prensa reclamaron este hecho, ya que contaban con el consentimiento de antemano de los organizadores para ubicarse a un costado de la tarima, lo que no fue respetado por el uniformado quien incluso los desafió a llamar a los organizadores, en un intento por demostrar superioridad.
Consultado sobre su identidad, el desagradable efectivo de la guardia del Presidente Cartes, contestó de forma irónica: “en el registro civil está”.
Así también otros medios denunciaron que miembros de la policía los obligaron a mover sus vehículos del sitio donde habían estacionado - previo acuerdo con los organizadores - por el mismo motivo, “razones de seguridad”.
La enviada especial de ABC Color Alejandra Rojas reportó que la mayor parte de los trabajadores de prensa quedaron literalmente tras la rejas. Los organizadores de la festividades centrales de Caacupé solo permitieron el paso de personas con micrófonos y cámaras.
La medida aparente apunta a aislar a Cartes de los periodistas que puedan realizarle preguntas que puedan inquietarlo durante su participación en la celebración.
Aunque es habitual el maltrato hacia los periodistas instalados en Caacupé, en la misa central de cada año, esta es la primera vez que deciden “enrejar” a los periodistas.