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El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal (Senave) sigue con las aplicaciones aéreas en el combate contra las langostas, en varias zonas del Chaco Central y sus alrededores.
Ayer se realizaron nuevamente varia fumigaciones aéreas, sobre todo en la zona de la colonia Neuland, específicamente en la aldea Tiege y el Fortín Boquerón, acompañados por el servicio agropecuario de la Cooperativa Neuland. También hubo aplicaciones aéreas en el establecimiento Cabaña La Esperanza, en el Fortín Ávalos Sánchez, según informaciones brindadas por el ingeniero Carlos Noguera del Senave.
Antes de cada vuelo, técnicos realizan monitoreos previos, vía terrestre, para determinar las áreas específicas de las langostas en el lugar. También hubo monitoreos en la zona de Pirizal, Línea 11 y en la zona de la ruta Ñ.
La gran dispersión geográfica de las langostas hace que las aplicaciones aéreas a veces lleguen tarde, como ocurrió ayer en la aldea Tiege y en el Fortín Boquerón, donde el vuelo se realizo recién al mediodía y los insectos ya habían comenzado a desplazarse hacia otros lugares, quedando solo los “rezagados”.
El director de Protección Vegetal del Senave, Nelson Fariña, admitió que el aérea donde ahora están apareciendo las langostas queda grande con un solo avión. Pero aseguró que no se puede hablar de un descontrol y el Senave, con el apoyo de los técnicos locales de las cooperativas del Chaco Central y de los propietarios afectados, seguirán en la lucha contra las langostas, que tienen una tendencia de desplazarse poco a poco hacia el sur.
Según Fariña, ya hubo un avistamiento de una manga de langostas en el Bajo Chaco, zona del km 160, Transchaco.