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Esta vez, dos personas a bordo de una motocicleta se acercaron al padre de la víctima, Del Rosario Arzamendia (70), en inmediaciones de su domicilio -Barrio Vista Alegre- cuando éste iba a revisar un cajero. Los desconocidos le consultaron si él era el señor Arzamendia, a lo que éste respondió con una negativa y ante la respuesta se alejaron del lugar, según reza la denuncia realizada a la comisaría séptima metropolitana.
Esta no es la primera vez que familiares de la joven reciben este tipo de amedrentamiento, recordó a ABC Color la abogada Cecilia Pérez. En el caso, existen cinco imputados -dos por robo agravado y homicidio y los demás por reducción- sobre los que también ya pesa una querella criminal.
Según la abogada, es una sobrina de Liz Teresita la que generalmente recibe las amenazas vía telefónica, quien es hija de la hermana de la víctima, quien casualmente inició la querella.
"Un día que la sobrina debía declarar ante la Fiscalía, a punta de arma blanca, fue raptada y alzada por un desconocido en un ómnibus, pero la chica pudo escapar", indicó la abogada.
Las constantes muestras de amedrentamiento motivaron la apertura de otra carpeta fiscal a cargo de la fiscal Stella Maris Cano, explicó.
Pérez sostuvo que en junio vence el plazo para presentar acusación y "nosotros avanzamos con las investigaciones. Esta semana se realizaron declaraciones testificales de la sobrina, la hermana y se adjuntaron unos videos de las inmediaciones del día del hecho", precisó.
Liz Teresita, de 31 años, funcionaria del Senasa, fue ultimada el 17 de junio pasado en un asalto. La joven madre fue apuñalada en el pecho a metros de su casa del barrio Vista Alegre de Asunción y despojada de su celular. La criminal acción dejó huérfano a un niño de apenas seis años.