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Un trabajo de control fluvial fue realizado por personal de la Prefectura Naval en el río Paraguay en la zona de Pilar, donde descubrió 1.700 metros de redes monofilamento y 300 metros de redes de hilo de seda, así como tres remos de canoa. Los militares procedieron a liberar los peces atrapados.
Según el informe, lograron ubicar un bote con tres tripulantes; sin embargo, estos al percartarse de la presencia de las autoridades, se lanzaron al río y volcaron su embarcación, la cual se hundió por completo. Los sujetos nadaron hasta una costa cercana y lograron darse a la fuga.
La veda comenzó el pasado 7 de noviembre y se prolongará hasta el próximo 21 de diciembre en ríos interiores y compartidos con la Argentina, mientras que en aguas compartidas con el Brasil se extenderá hasta el 31 de enero de 2017.
Las autoridades han explicado en numerosas ocasiones que es muy importante dar este tiempo de descanso a la explotación de los recursos del agua. Es el tiempo en que los peces pueden reproducirse lo suficiente como para que las especies no estén en apeligro de extinguirse. Sin embargo, los pescadores, en su mayoría comerciales, no dejan de pescar.
No es la primera vez que durante la veda ciudadanos o autoridades han encontrado a pescadores en plena acción, a pesar de la prohibición. Lo más grave es que la Sceretaría del Ambiente no tiene los recursos suficientes para controlar los cauces hídricos en todo el país.