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Periodistas de nuestros diario detectaron que esta antigua práctica ilegal está lejos de tener un "corte definitivo" debido a que se sigue realizando diariamente a algunos metros del portón principal de la refinería de Petropar, en Villa Elisa.
Esta actividad, que probablemente mueve un dineral, se ha vuelto algo normal, donde los "ordeñadores" operan con la ayuda de baldes y bidones, y donde tienen sus vehículos estacionados y preparados para transportar la "cosecha".
Este mercado negro de combustibles (gasoil y naftas) funciona a plena luz del día y a la vista de los vecinos y transeúntes, pero es "ignorado" por las autoridades de Petropar, de la Policía Nacional y del Ministerio Público.
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En el pasado reciente actuaban de noche, y hacer una pesquisa periodística era todo un desafío, pero en la actualidad para descubrir la actividad ilegal basta con darse una vuelta a la manzana solo a algunas cuadras de la refinería estatal, para detectarlo.
De acuerdo a nuestras fuentes, el mercado negro de combustibles se surte del ordeñe de camiones cisternas, de barcazas, así como del contrabando, aunque esta última actividad ha mermado bastante, teniendo en cuenta que en Paraguay están más baratos los derivados del petróleo.