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Eran cerca de la 01:15 cuando internos del pabellón 3A del Correccional de Menores “Panchito López” de la ciudad de Itauguá consiguieron cortar el suministro de energía eléctrica del penal. Instantes después, tumbaron un portón, ganaron el patio y terminaron trepando el cercado perimetral para intentar darse a la fuga.
Un total de 37 internos consiguió salir del predio del correccional. Sin embargo, afuera se encontraron con un operativo montado por agentes de la Policía que prestan servicios en la comisaría 21ª Central de Mboi’y. Así lo relató el jefe de la citada dependencia policial, comisario Juan Ferreira, en conversación con Radio Canal 100.
Gracias a ese operativo, 18 de los fugados pudieron ser recapturados casi de inmediato. Con el transcurrir de las horas y ya con el apoyo de patrulleras de otras zonas, se consiguió detener a otros dos. “Hasta el momento tenemos 17 que continúan prófugos”, señaló el jefe policial. Cada uno de los pabellones del correccional aloja a alrededor de 80 internos, por lo que consideró que “bien pudo haber sido mayor la cantidad de fugados”.
Ferreira manifestó que en la zona donde se produjo el motín se realizan refacciones, lo que fue aprovechado por los internos. Reconoció que son apenas dos hileras de tejidos las que separan a los internos de un cañaveral ubicado a un costado del correccional. “No hay ningún tipo de otros elementos que puedan disuadir a esta gente de fugarse”, puntualizó.
Cuando se le consultó sobre la facilidad con que los internos tuvieron acceso a la llave de la conexión eléctrica, Ferreira admitió que la misma está a manos de los mismos. “Está como para cortar. Ellos pueden cortar el suministro eléctrico, aprovecharon eso para fugarse”, aseveró. Aseguró que la comisaría jurisdiccional tiene un sistema de seguridad montado en esa zona, lo que permite una rápida reacción ante situaciones como la que se dio en horas de la madrugada de este lunes y explicó además que los que se fugaron son peligrosos.“A ese pabellón van los últimos con varios antecedentes”, aseveró.
Finalizó diciendo que la población que vive en los alrededores debe convivir todos los días con el riesgo de que los internos del correccional se fuguen, aunque se intenta minimizar esta situación. Hasta junio pasado, en las diferentes penitenciarias se registraron ya cerca de 35 fugas. En julio pasado, el Centro Educativo Penitenciario de Itapúa, que también aloja a menores infractores, registró también una serie de fugas; en una de ellas, algunos de los fugados volvieron tras visitar a sus novias. La última se registró hace menos de un mes.