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En una visita en nuestra redacción, el jugador del club Olimpia y su abogado Darío Mendoza expresaron su preocupación por las sucesivas suspensiones de la audiencia y destacaron que la diligencia está pendiente hace más de un año, pues la primera convocatoria fue en abril del 2017, ocasión en que Verón viajó infructuosamente a nuestro país desde México para poder participar en la misma. Mendoza precisó que desde entonces González ha presentado un sinnúmero de chicanas –recusación a jueces y cambio de abogados–, con lo cual ha logrado postergar la audiencia una y otra vez.
El letrado resaltó que todas las recusaciones y recursos varios han sido rechazados y, pese a que pidió la sanción por dilatar la preliminar en más de una ocasión, hasta ahora no ha sido sancionado aún. “La última audiencia fue suspendida cuarenta días atrás justamente por la renuncia de su abogado defensor un día antes de la audiencia y tampoco fueron sancionados, nosotros solicitamos y esperamos que mañana pueda realizarse”, indicó Mendoza, tras precisar que entre las pruebas presentadas contra González está una pericia contable realizada por el Ministerio Público, que estableció un perjuicio de unos 700 mil dólares americanos.
La referida suma corresponde a parte del monto pagado por el club Pumas de México por la transferencia de Verón y que González se habría apropiado en forma ilegal. Según los datos, el club mexicano pagó US$ 1.520.533, dinero que fue depositado en la cuenta de José María González, quien debía entregar el dinero de los derechos deportivos y económicos a Darío Verón, pero no lo hizo en su totalidad.
Verón recordó que tras el atentado sufrido por Salvador Cabañas (2010) y el posterior pleito que promovió contra González (2011), empezó a revisar su documentación, oportunidad en que pudo constatar el importante perjuicio que le causó su exmanager.
“En ese momento yo le reclamé y él me decía que me iba a dar mi dinero, pero me mentía, yo le insistía y tenía que hacer eso; tenía que demandarle a él para que pueda regresar mi dinero”, resaltó Verón.
Mendoza precisó que el proceso ya lleva cuatro años, porque si bien la denuncia fue realizada a fines del 2014, les costó un año reunir todos los documentos, porque tuvieron que acceder a informes de bancos del exterior y también documentos de la Asociación Paraguaya de Fútbol para poder demostrar que González no era agente FIFA como se presentaba al momento de gestionar el fichaje de su cliente.