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Conforme se acerca la fecha central de la celebración mariana, los servidores nuevamente se convierten en protagonistas, demostrando prepotencia, violencia y falta de respeto con los periodistas de los medios escritos, televisivos, radiales y digitales que siguen los acontecimientos en los alrededores de la Basílica Menor de Caacupé.
Los servidores y hasta integrantes del propio equipo de prensa de la Basílica impidieron a los trabajadores de los medios de comunicación la entrada al templo, en el momento en que Arlan Fick se encontraba dentro. Esta decisión generó la reacción de los periodistas y reporteros, quienes fueron empujados y hasta golpeados para que desistan de ejercer su labor, informó Desiré Cabrera, corresponsal de ABC Color.
En su afán por impedir el ingreso de los comunicadores, incluso se le prohibió la entrada a numerosos fieles que llegaron desde lejos para encontrarse con la Virgen, hecho que desató una crítica generalizada en las propias puertas del templo católico visitado y bendecido recientemente por el papa Francisco.
Consultado al respecto, el vocero de la Basílica Menor de Caacupé, Alfredo Aranda, sostuvo que recibieron la orden de “vaciar el templo” antes de las 19:00, sin embargo el incidente se registró una hora antes, es decir a las 18:00. Mientras tanto, los servidores se tomaban “selfies” con Arlan y su familia frente al altar, en detrimento de los fieles a quienes se les prohibió la entrada.
Otro hecho criticable fue la decisión de esconder a los Fick, pues no solamente prohibieron el ingreso de los medios al templo para captar el momento, sino que Arlan y su familia fueron retirados por una salida de uso exclusivo de sacerdotes, impidiendo así de forma injustificada la labor de la prensa.
No es la primera vez que la organización de la fiesta mariana se esfuerza por impedir el libre ejercicio de la prensa, pues el año pasado también fueron constantes las trabas y los malos tratos para con los comunicadores y reporteros gráficos.