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Para mantener el organismo saludable, en buen funcionamiento y conservar energía todo el día, Tania Paiva, coordinadora de Educación del Programa Nacional de Diabetes, recomienda optar por el consumo de verduras frescas y frutas de estación.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda consumir diariamente al menos cinco porciones de estos alimentos: tres de frutas y dos de verduras, o viceversa.
La sugerencia de la profesional es consumir las verduras crudas, en ensaladas, y las frutas de estación como media mañana, postres o en jugo.
Al momento de aplacar la sed, lo mejor es beber agua. No se la debe reemplazar con jugos, puesto que el zumo contiene sacarosa y su ingesta exagerada podría llevar a un aumento de peso.
“Lo ideal es mantener el cuerpo con un peso saludable”, manifestó la profesional. La obesidad puede acarrear, a su vez, aumento de presión arterial (hipertensión), diabetes y problemas cardiovasculares, recordó.
Como fruta se recomienda la sandía, debido a que quita la sed, es diurética y desintoxicante. Además, es un óptimo integrador de vitaminas y de las sales minerales que perdemos con el sudor, indicó Paiva.
El melón puede ser consumido como entremés, ya que favorece la disolución de jugos gástricos, aporta una buena dosis de energía, con un aporte calórico insignificante, y tiene un notable contenido de vitaminas, en particular la B y la C, y de proteínas.
Además se recomienda consumir yogur y quesos frescos -no fermentados-, alimentos útiles para prevenir los disturbios intestinales del calor. Una combinación clásica es mozzarella y tomate.
Durante las épocas de calor se recomienda no ingerir comidas muy elaboradas, ni con demasiado picantes, puesto que son más difíciles de digerir.