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Los corresponsales de ABC Color emitieron un comunicado a través del cual expresan la enorme impotencia y rabia por el asesinato de Pablo Medina, “Cacique” como le gustaba ser llamado por el amor que profesaba al club Guaraní.
“El silencio se apoderó de todos nosotros. El dolor superó a la razón. Nada puede explicar ni justificar la muerte, tan alevosa y cobarde de un ser humano. Más aun, cuando en vida esa persona rindió tributo a la vida, a la libertad y luchó hasta el último segundo de su existencia contra la absurda y deleznable violencia”, señala el documento.
Indican que serán esos mismos sentimientos los que harán las veces de armas para tomar con más fuerza el estandarte de la lucha contra la delincuencia, la corrupción y la violencia que se apoderó del Paraguay.
El alevoso crimen, señalan, es una oportunidad para que en cada uno se renazca el compromiso por el cual decidieron abrazar el noble oficio del periodismo. “Compromiso con nuestra patria, con nuestro pueblo, con nuestros compatriotas más desprotegidos que sobreviven en algún olvidado rincón de la geografía por parte de las autoridades, a merced de los bandidos”, agregan.
Los corresponsales señalan que muchos de ellos deben trabajar desprotegidos, lejos de los responsables de la seguridad y al acecho de los delincuentes; en las mismas condiciones en las que viven miles de compatriotas que sufren las consecuencias de la ausencia estatal.
“En este momento quisiéramos gritar a las autoridades para que cumplan con sus funciones, para castigar a los responsables, morales y materiales de este cobarde asesinato; sin embargo, nuestra esperanza choca con la triste realidad que hoy, las fuerzas del orden protegen más a los que viven fuera de la ley que a los ciudadanos honestos. Nos queda la fuerza y el compromiso de encender la llama de la libertad por la que el compañero PABLO entregó su vida”, sentencian.
Pablo Medina fue asesinado en horas de la tarde del jueves, mientras regresaba de una cobertura. El corresponsal de ABC Color se encontraba en compañía de dos jóvenes, una de las cuales también resultó víctima fatal del atentado.
A continuación, el comunicado de los corresponsales de ABC Color:
Cuando la impotencia y la rabia forman un gran nudo en la garganta, parece no existir razones ni esperanzas para encontrar el porqué de un hecho tan profundamente doloroso como el asesinato de Pablo, para nosotros, los corresponsales, compañero PABLO; “cacique” como le gustaba ser llamado por su querido Club Guaraní.
El silencio se apoderó de todos nosotros. El dolor superó a la razón. Nada puede explicar ni justificar la muerte, tan alevosa y cobarde de un ser humano. Más aun, cuando en vida esa persona rindió tributo a la vida, a la libertad y luchó hasta el último segundo de su existencia contra la absurda y deleznable violencia.
Como honra a nuestro estimable amigo PABLO, esa misma rabia e impotencia serán nuestras armas para tomar con más fuerza ese estandarte de lucha contra la delincuencia, la corrupción y la violencia que se apoderó de gran parte de nuestra nación.
Más que nunca, renacerá en cada uno de nosotros esa causa que todos abrazamos al tomar este noble oficio del PERIODISMO, que tanto para PABLO como para todos nosotros significa COMPROMISO. Compromiso con nuestra patria, con nuestro pueblo, con nuestros compatriotas más desprotegidos que sobreviven en algún olvidado rincón de la geografía por parte de las autoridades, a merced de los bandidos.
Más que nunca las ideas y los sueños de un Paraguay diferente, libre de la cadena de la corrupción y la delincuencia, que enarbolaba nuestro compañero, son hoy nuestros.
Es cierto que los corresponsables que trabajamos en el interior lo hacemos en un escenario muy desprotegido, lejos de los responsables de la seguridad y al acecho de los delincuentes; al igual que los compatriotas que viven y sufren las consecuencias de la ausencia de las instituciones del Estado, cada vez más lejos de la gente.
En este momento quisiéramos gritar a las autoridades para que cumplan con sus funciones, para castigar a los responsables, morales y materiales de este cobarde asesinato; sin embargo, nuestra esperanza choca con la triste realidad que hoy, las fuerzas del orden protegen más a los que viven fuera de la ley que a los ciudadanos honestos.
Nos queda la fuerza y el compromiso de encender la llama de la libertad por la que el compañero PABLO entregó su vida.
Hasta siempre querido “Cacique”