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Conforme a los datos extraídos, del portal web del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, la falta de actividad física podría producir la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiovasculares, el cáncer, las respiratorias crónicas; las enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes; y las enfermedades degenerativas como el Alzheimer y la osteoporosis.
El sedentarismo, presente en gran parte de la población, es un factor predisponente para el desarrollo de éstas enfermedades, motivo por el cual se considera imperativo incorporar la práctica de ejercicios al estilo de vida de la población.
La práctica de actividad física, las caminatas, deportes o cualquier tipo de ejercicio efectuado de forma regular, reduce el riesgo de cardiopatías coronarias y accidentes cerebro vasculares, diabetes tipo II, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mama y depresión, y otras patologías. Así también funciona como un antiinflamatorio y antihipertensivo natura, que además posee un efecto tranquilizante y antidepresivo.
Estas actividades acompañadas de una alimentación sana, con más frutas y verduras, mayor ingesta de agua, menos sal, sin tabaco y disminuyendo el consumo de alcohol es la combinación perfecta para lograr más salud.
Expertos en salud recomiendan la actividad física moderada según la edad: de 18 a 75 años de edad, 30 minutos por día (150 minutos por semana); menos de 18 años, 60 minutos por día (300 minutos por semana).