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La vida de Belén Sosa se encontraba en peligro. Estaba en la 30ª semana de gestación y sufrió un fuerte sangrado mientras se encontraba en su vivienda, en horas de la mañana del martes. En Bahía Negra, muy poco se podía hacer por ella y el bebé, de allí la gravedad de la situación.
El avión de Setam que cubre el trayecto Asunción-Bahía Negra ayer realizó un vuelo programado hasta dicha ciudad. Al comprobarse el sangrado, los familiares de Belén se movilizaron con dirección al centro de salud con la esperanza de poder tomar el avión de transporte de pasajeros de la Fuerza Aérea Paraguaya, en caso de ser necesario. El sangrado era ya intenso.
Relataron los familiares que el viaje lo hicieron en un auto pequeño y que, al aproximarse a la ciudad, observaron cómo el avión partía hacia Asunción. Dado que no hay comunicación telefónica fuera de la ciudad, no pudieron alertar al centro de salud sobre la situación. Apenas recibida la información de la emergencia, se estableció la alerta del equipo SAR.
El problema en el momento de partida era la fuerte tormenta que azotaba Asunción y el tramo intermedio de la ruta de la aeronave. No quedaba opción salvo buscar cómo sortear el clima hostil. Al llegar el avión ambulancia a Bahía Negra se confirmó la muerte del bebé, pero quedaba la madre con vida, a quien se debía traer con premura a Asunción debido a la intensidad del sangrado.
En el retorno nuevamente a enfrentar la tormenta, la pericia de los pilotos militares permitió que la aeronave aterrizara en Luque donde una ambulancia del Ministerio de Salud Pública ya aguardaba para llevar a Belén Sosa hasta el Centro Materno Infantil, donde fue intervenida quirúrgicamente.
La misión de evacuación aeromédica se cumplió con apoyo logístico de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN )y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El equipo SAR esta integrado por efectivos de la Fuerza Aérea Paraguaya y el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay.