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Con 37 votos a favor, uno en contra y una abstención, se rechazó el veto del presidente Mario Abdo Benítez, por lo que el proyecto aprobado por el Congreso se convierte en ley. Solo votó en contra Rodolfo Friedmann, de Colorado Añetete, en tanto que se abstuvo Martín Arévalo, también del oficialismo colorado.
El presidente del Senado, Silvio “Beto” Ovelar (ANR, Añetete), se retiró de la sala y no votó. La sesión ordinaria continuó presidida por la senadora Lilian Samaniego.
El Ejecutivo planteaba el 75% del salario promedio de los tres últimos años en caso de cumplir los 60 años de edad y 30 años de aporte.
Casi no hubo debate y se anotaron pocos oradores. La primera en hablar fue la senadora Desirée Masi, del PDP, quien afirmó que el ministro de Hacienda Benigno López miente al afirmar que la modificación del régimen jubilatorio no tendrá fuente de financiación. Indicó que el déficit acumulado en los últimos cinco años (de US$ 813 millones) no guarda relación con el aporte de los médicos del sector público.
Por su parte, la senadora Esperanza Martínez (Frente Guasu) sostuvo que el Ministerio de Hacienda desinforma al indicar que la jubilación promedio para los médicos será de G. 9.500.000 con la implementación de la nueva ley. Dijo que en realidad es de G. 5.000.000.
El tercero fue Víctor Ríos (PLRA, llanista), quien pidió el cierre del debate y se pasó a la votación. Ni siquiera la bancada del oficialismo se mostró a favor del veto del presidente de la República.
Como la Cámara de Diputados había rechazado el veto ayer, el Congreso ratifica el proyecto de ley sancionado y que ahora será promulgada.
Además del 100% del promedio de los 3 últimos años, al cumplir 60 años de edad y 30 de aporte, la ley contempla el 90% a los 55 años de edad y 25 de aporte, y la jubilación obligatoria a los 65 años.