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Tras una reunión realizada este jueves entre representantes de la Coordinadora Intersectorial, referentes de las bancas privadas y miembros del Banco Nacional de Fomento (BNF), hoy los representantes del BNF brindaron respuestas a las propuestas que habían presentado los campesinos.
Se propuso una nueva metodología de trabajo, de manera a que los labriegos que aún no se han acercado a verificar su situación crediticia a las entidades financieras donde tienen deudas, puedan hacerlo en la brevedad. Según explicó el presidente del BNF, Carlos Pereira, se busca coordinar acciones de manera a que las deudas pronto puedan ser llevadas a la banca estatal, es decir, al BNF.
Los campesinos, por su parte, solicitaron un cuarto intermedio para analizar las propuestas del Gobierno.
Por lo pronto, se han delineado diferentes equipos de trabajo. Los campesinos designarán un coordinador por cada sector, mientras que los gerentes de las sucursales del BNF se encargarán de controlar cada una de las jurisdicciones. Por su parte, los bancos y financieras privadas pondrán un veedor en las diferentes sucursales que tengan en el interior del país.
Al final de la reunión, se acordó que los sectores volverán a reunirse en tres días para estudiar los avances de las tratativas.
Carlos Pereira, presidente del BNF, recordó que este viernes, en teoría culmina el primer plazo que se había establecido para el acercamiento de las personas que están en las listas que deben a ser consideradas por las financieras para concretar la sesión al Banco de Fomento. Sin embargo ahora, teniendo en cuenta la petición de los campesinos de agregar a 5.000 nuevos productores a la lista, se decidió ampliar el plazo hasta el 20 de octubre. “Todo esto de forma a que puedan acercarse a validar esas obligaciones, y establecer si los requisitos se cumplen con estas personas agregadas”, puntualizó el titular del BNF.
Los 5.000 nuevos labriegos no estaban agregados a la primera lista de 24.000 campesinos, por lo que ahora el Gobierno requiere de un tiempo para censar a esta nueva gente. Recordemos que esta lista se redujo y quedó en alrededor de 12.000 campesinos, por lo que ahora, con la cifra que se añade, serían 17.000 campesinos beneficiados.
Por su parte, Luis Aguayo, pidió que el Gobierno deje de “pingponear” a los campesinos. Y que puedan acceder “de una vez” a los beneficios del acuerdo. “Queremos alivianar, socorrer a nuestros compañeros campesinos, sino morirá la agricultura familiar campesina. Necesitamos voluntad política para resolver esto, un compromiso con el crédito agrícola, que nos faciliten nuevos créditos para trabajar”, reclamó Luis Aguayo, uno de los voceros de la Coordinadora Intersectorial.
Por otra, Cecilia Quiroga, representante de los campesinos, advirtió que estarán en “permanente vigilancia”, expectantes al cumplimiento del acuerdo.