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Los denunciantes son Basilia Rodas González, Felipe González Vera y Manuel González Vera, quienes, según relataron, habían conformado una sociedad anónima con un empresario suizo de nombre Pierre Jean Jacques Huguelet, que falleció hace un año atrás, pasando ellos a ser los únicos propietarios de la Agroganadera.
De manera a realizar algunos trámites, decidieron firmar un poder a un abogado, Cleto Domingo Jara, y del escribano Darío Alonso Fretes. Tiempo después, los propietarios decidieron hacer un par de averiguaciones sobre sus propiedades, y descubrieron que las mismas figuraban en los registros públicos a nombres de personas completamente desconocidas para ellos.
Descubrieron que una de las propiedades, una casa ubicada en las cercanías de la Municipalidad de Asunción, dejó de pertenecer a la Agroganadera Suiza, y que incluso había sido vendida sin el consentimiento de ellos.
Inmediatamente ellos se percataron de que supuestamente el abogado y el escribano les habían obrado de mala fe.
Cuando fueron a averiguar el estado del resto de las propiedades que corresponden a la Agroganadera, descubrieron que en los registros de la Secretaría de Estado de Tributación, incluido su propio abogado, Cleto Domingo Jara, figuraban como directivo de la agronadadera.
A raiz de estos descubrimientos, se dirigieron a la oficina del escribano para pedirle explicaciones, pero para su sorpresa, recibieron una respuesta tajante: no les darían ningún documento, pues esos poderes fueron entregados. No les brindaron ningún argumento coherente, solo les dijeron que entregarían los documentos solo si traen una orden judicial.
“No les pedimos ningún documento que fue dado por otras personas, solo los documentos que fueron dados por ellos mismos. Ellos mismos les cedieron ese poder”, reclamó el abogado defensor de los González Vera, Gustavo Ferreira.
El escribano se negó a recibir a los productores que se acercaron hasta su oficina a realizarle el reclamo. Ahora, los denunciantes aseguran que se encuentran en la calle, pues fueron supuestamente despojados de absolutamente todos sus bienes. Como una medida de fuerza para clamar justicia, Manuel González Vera se encadenó frente a la escribanía. Incluso, el matrimonio trajo consigo a su hijo, un menor de cuatro años de edad.
Anuncian que se quedarán protestando frente a la escribanía por tiempo indefinido, hasta que les devuelvan lo que legalmente les corresponde, según manifiesta.
Tan solo uno de los inmuebles que les fueron despojados, una casa de Asunción, ronda los US$ 400.000. Además, tienen una propiedad de 1.000 hectáreas en el distrito de Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro.