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Antes de cada espectáculo, ya sea musical o deportivo, es común ver a personas recorriendo las calles con varias entradas en mano, pero ofrecidas en la mayoría de los casos a un precio superior a los de puntos de venta oficiales.
En los últimos años, las entidades deportivas, las más afectadas por la reventa, encararon iniciativas para contrarrestar este flagelo con algunos avances, tales como la entrega de tickets presentando cédula de identidad, como así también la presencia de redes de distribución. En diciembre de 2015 se aprobó en Cámara de Diputados el proyecto de ley que prohíbe y castiga la reventa de entradas. El mismo quedó con sanción ficta el jueves en Cámara de Senadores ante la falta de quórum; ahora depende del Ejecutivo su promulgación o veto.
Mónica Masulli, gerente de la red UTS, señaló que prácticamente en toda Latinoamérica rige la prohibición de reventa de entradas en la vía pública, por tratarse de un negocio que no tributa impuestos y las ganancias no llegan a los legítimos destinatarios. Consultada sobre la reciente sanción de la ley en el Poder Legislativo, Masulli señaló que durante la audiencia previa se propuso evaluar acciones con el objetivo de formalizar a quienes se dedican a esta actividad, ya sea por medio de una asociación o cooperativa que los aglutine.
“Nosotros los podemos habilitar como punto de venta y hasta podemos prestarles las máquinas, pero con ciertas garantías, por eso propusimos una cooperativa a una asociación como respaldo. Estamos a favor de que vuelvan a sus casas como vendedores y no como revendedores”, refirió Masulli en contacto con ABC Cardinal.
Marcos Jara, de la Asociación de Revendedores, se mostró partidario de que el trabajo se formalice por medio de una ley; sin embargo, asegura que el sector no fue escuchado cuando propuso un proyecto propio hace unos dos meses en audiencia pública. No obstante, adelantó que insistirán en un nuevo proyecto.
Por otro lado, aseguró que en los últimos cuatro años se ha reducido los niveles de reventa, mediante la organización dirigida por su persona que nuclea a unas 400 personas, como así también la distribución de dos entradas por persona. Agregó que el problema persiste debido a la reventa a través de internet.