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El pasado domingo 3 de enero, a las 19:30, la niña se encontraba en la plaza junto con su madre, Claudia Torres. Jugando, la pequeña pisó un cable pelado que sobresalía en el suelo y se electrocutó. La mamá intentó salvarla, pero también quedó pegada y, finalmente, un hombre tomó un palo de madera y con él pudo rescatar a ambas mujeres.
Sarita quedó inconsciente, fue reanimada en el hospital de la Fundación Tesãi, luego internada en UTI en un sanatorio privado y el 4 de enero fue derivada a la sala de cuidados intensivos del hospital público materno infantil “Los Ángeles”, donde este miércoles, luego de 17 días, falleció.
El director de UTI del nosocomio, Santiago Miranda, explicó que a raíz del shock eléctrico, la pequeña permaneció mucho tiempo en paro cardiorespiratorio y también fue muy largo el periodo de reanimación. Como consecuencia, la evolución neurológica no había sido muy favorable y su pronóstico era reservado. La niña había sufrido varias descompensaciones que había logrado superar.
Sin embargo este miércoles por la tarde, volvió a descompensarse, sufrió un paro cardiorespiratorio. “Lastimosamente se intentó mucho reanimarla, pero ya no hubo respuesta”, indicó Miranda. Desde el principio, la niña había estado acompañada por su madre, Claudia Torres, y su abuela, Elida Torres.
La Municipalidad entregó G. 10 millones a la familia para ayudar con los gastos, mientras en la plaza se tapaba el cable pelado con cinta adhesiva y se sacaba el proyector al cual estaba conectado. Posteriormente se abrió un sumario para determinar quiénes fueron los responsables del hecho, separándose del cargo a los tres directores del departamento de Obras. En los últimos días, en todos los espacios públicos, los registros que hay en la tierra para la instalación de cables, se han tapado y sellado.
La fiscala Cintia Leiva, quien en principio atendía la causa como “a determinar”, explicó que ahora el caso pasa a ser investigado como homicidio culposo y afirmó que “tenemos que ver quiénes son los responsables. Sería la Municipalidad en este caso, porque la empresa constructora encargada de las mejoras en la plaza había concluido su trabajo hace dos años atrás y la manutención estaba bajo la responsabilidad de la Municipalidad”.
Según los registros de Contrataciones Públicas, la empresa Lainuz S.A., propiedad de Carmen Carolina Fernández, ejecutó las mejoras en la plaza Van Aaken. La fiscala dijo que serán llamados a declarar los responsables de la constructora, los arquitectos que verificaron la obra antes de ser entregada y los encargados, dentro de la Municipalidad, del mantenimiento de las plazas.
“Alguien tiene que ser responsable. Claro, no hubo seguramente intención de ninguna persona, de causar daño a otra, pero alguien tenía que encargarse del mantenimiento de la plaza”, puntualizó Leiva.