Cargando...
Al son de la bandita, tal como le gusta, don Fermín Cabrera festejó 101 años de vida, rodeado de familiares y amigos.
Nacido y malcriado en la cuarta compañía Cañada San Rafael de Luque, junto a su amada esposa desde hace 51 años, doña Valentina de Cabrera, criaron ocho hijos, quienes con el transcurrir del tiempo llenaron de bullicio "la casa del abuelo Fermín", con veintidós nietos y diez bisnietos.
En la década de los '70, fue presidente de la comisión procamino, obteniendo como gran logro la apertura de la ruta que une a Luque con Capiatá, donde se halla el famoso "puente Saná".
Dedicándose al cultivo de frutas como naranjas, mangos y mandarinas, entre otros, además de la comercialización de varios productos como el aceite, los cargó día tras día hasta el Mercado Municipal Nº 1 de esta ciudad en busca del sustento para su familia.
De forma unánime, sus hijos dijeron que el mayor legado de don Fermín fue haberles dado la oportunidad de estudiar y así ser ciudadanos de bien.
"Él nos enseñó a servir a nuestra comunidad, tal como él lo hizo. Trabajó toda su vida para que nosotros nos formemos y seamos profesionales. Aprendimos a tocar puertas buscando oportunidades, porque él fue así. Golpeó varias puertas pidiendo ayuda para su comunidad", manifestaron sus hijas Norma y Blanca Cabrera.
A pesar de estar aquejado de una enfermedad desde hace varios años, no pudo evitar emocionarse hasta las lágrimas tras el canto del "Que los cumplas feliz" al son de la bandita. Toda su familia mostró amor y agradecimiento hacía el papá guasu Fermín.