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Samek, hombre de confianza en Itaipú de los gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff, removido tras la asunción de Michel Temer participó de la inauguración de la planta procesadora de arroz de la firma AgroAlianza, acto encabezado por Cartes.
El brasileño de cuestionada gestión en Itaipú fue mencionado entre los funcionarios estatales vinculados al caso conocido como “Lava jato”, en el presunto cobro de sobornos.
Sin embargo, Samek registra otra acusación en este gobierno por la presunta sobrefacturación en la construcción de una de las líneas de 500 kV en territorio paraguayo, acusaciones sobre las cuales el gobierno de Cartes se desentendió, llamativamente.
Si bien el caso de la línea de 500 kV, cuyo costo habrían sobrefacturado al doble se dio en 2011, el gobierno de Cartes dispuso no abrir ninguna investigación, pasándole la pelota a la Contraloría.
Igualmente, se acusa a Samek de montar un contabilidad paralela en Itaipú, una llamada también “caja negra” con la cual recaudaban dinero para el pago de sobornos a políticos. Este esquema habría funcionado por más de una década.
Jorge Samek, en su momento, incluso fue sindicado de aportar indirectamente a la candidatura de Blanca Ovelar para las elecciones del 2008, a través del pago con dinero de Itaipú a una persona vinculada a él.
En 2008 saltó a la luz que Samek habría pagado con dinero de la binacional –y el aval del lado paraguayo– unos G. 57.000 millones a Joaquim Severino, que posteriormente figura como aportante a través de una ONG a la campaña del movimiento del entonces presidente Nicanor Duarte Frutos.