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En su discurso inaugural, el embajador Nikolay Tavdumadze resaltó las excelentes relaciones entre Rusia y Paraguay, y la intención de la Federación de seguir avanzando en campo de la cooperación y el comercio.
El diplomático dijo que la visita del patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, Kiril fue un gran acontecimiento, así como también la de varios diplomáticos al país. En materia de comercio, el año pasado, la cifra fue de más de US$ 790 millones y seguirá en aumento.
Agregó que en paraguay somos privilegiados “porque aquí también ya hay sangre rusa”. A su vez, resaltó y calificó de aliado a nuestro país. Dijo de Asunción que es una ciudad jardín, y valoró el acompañamiento de los funcionarios de la embajada, así como el de su esposa, Natalia.
Varios actos ya se han realizado para recordar el reinicio de la relaciones diplomáticas entre Rusia y Paraguay. Por ejemplo, la semana pasada se lanzó una estampilla conmemorativa y fue habilitada una galería fotográfica de oficiales rusos voluntarios en la Guerra del Chaco. La obra de arte fue descubierta en el salón Mariscal Estigarribia del Ministerio de Defensa.
La relaciones entre Paraguay y Rusia vienen de antaño. Durante la Guerra de Chaco (1932- 1935) contra Bolivia, muchos militares rusos que huyeron de la revolución comunista se instalaron en nuestro país. Cuando era inminente la contienda con el país del altiplano, no dudaron en enrolarse al ejército paraguayo para defender nuestra soberanía. Las mujeres, por su parte, prestaban servicios en la sanidad.
Es así que la mayoría de los militares rusos que vinieron eran jóvenes: tenientes, capitanes, comandantes de escuadrones, artilleros y cuatro o cinco que eran comandantes de regimientos mayores. Hubo también tenientes coroneles y dos generales, cuyos nombres eran Juan Belaieff y Nicolás Ern. La contribución de ellos en la guerra no fue en cantidad, sino la calidad, pues eran expertos en cartografía, maniobras y tácticas de ataque.
Visita de Loizaga
Otro hito importante de este proceso bilateral, se dio en octubre del año pasado, cuando el canciller paraguayo Eladio Loizaga realizó una visita oficial a Rusia y firmó con su par, Sergueï Lavrov, un memorándum de entendimiento que prevé fomentar la cooperación bilateral en el campo de la medicina nuclear, la producción conjunta de isótopos y la irradiación ionizante de productos agrícolas, proceso que también se conoce como “pasteurización en frío”.
Fruto de las buenas relaciones también fue la visita al Paraguay en febrero de 2016 del patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, Kiril, que fue la primera que realizó el patriarca después de reunirse en La Habana con el papa Francisco.
En el campo económico, de acuerdo a los datos brindados en mayo pasado por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), Rusia es uno de los mercados de la carne paraguaya, que compra actualmente 24.684 toneladas, con ingreso de divisas de US$ 80.503.044.