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Ljubetic indicó que en Paraguay prima el sistema “acta mata voto”, es decir, no importa cuántos votos obtiene un candidato, sino cuántos hacen figurar los miembros de mesa en las actas, algo que es bastante denunciado actualmente por varios ciudadanos.
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El robo de votos a los partidos pequeños “es no solamente posible, es probable que ocurra. Los partidos chicos siempre han tenido ese problema, que como no están en las mesas, de repente, los votos que vienen para los partidos chicos no se consignan en el acta. Es un peligro real y para que eso no ocurra tenemos que hacer un cambio profundo en la legislación”, indicó el exasesor del TSJE.
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¿Y cuál podría ser uno de esos cambios en el legislación? El uso de las urnas electrónicas, ya que estas no permiten alterar las actas electorales, según Ljubetic. “La urna electrónica no permite la manipulación del acta; el acta de escrutinio se imprime en la máquina, vos no podes tocar, el miembro de mesa no puede transformar. Yo hoy puedo encontrar que a vos te votaron 100 y a mí 20, y en el acta se pone al revés, ¿y qué ocurre? Lo que ocurre es que el acta es lo que vale”, explicó.
Esta sería una de las 160 modificaciones del Código Electoral que presentaron hace 4 años en el Congreso y que desde entonces ni siquiera fueron estudiadas por comisiones. Las urnas electrónicas también podrían desalentar una de las formas habituales para vender el voto, que es poner una seña característica en la papeleta.
"Yo soy candidato a Presidente y vos querés vender tu voto. Me decís: ‘Carlos María, dame G. 100.000 y tenés mi voto’, pero ¿cómo yo sé que vas a votar por mí? Entonces, me decís: ‘En mi boletín voy a marcarte un parche en el ojo; mi familia entera puede marcar de esa forma’. Mi mesario tiene la orden de revisar cuántos parches tiene en el ojo izquierdo Ljubetic. Si tiene 5, entonces los Brítez López cumplieron”, explicó.
No hace falta que la señal sea tan particular: puede ser una tilde, un redondito negro o una cruz distinta, ya que “en cualquier lugar del recuadro vale el voto en Paraguay”, dijo Ljubetic, por lo que considera que también se debería modificar ese aspecto de la ley. “La marca debe ser en un solo lugar y de un solo tipo”, apuntó.
También considera que se debe implementar el sistema de control biométrico (huellas dactilares) para evitar, por ejemplo, el doble voto o la venta de cédulas para que otro vote por uno. Ninguno de estos sistemas elimina los delitos electorales pero sí los podrían desalentar.
Aclaró que las papeletas no utilizadas, si bien ya no sirven, no deben ser descartadas como basura en cualquier parte. “El manual de la Justicia Electoral dice que las papeletas utilizadas y los certificados de votación no utilizados deben venir en el sobre 4”, indicó. Lo atribuyen a que en algún momento un ministro dijo que eso era basura y por ello mucha gente los tira y no los retorna al TSJE.
En los casos que vio de papeletas descartadas notó que no estaban dobladas, lo que apunta a suponer que eran papeletas sobrantes y no urnas que contenían votos y fueron eliminadas.
“Esas fotos que están sacando, la mayoría de lo que vi, difícilmente correspondan a boletines utilizados, porque –si te fijás bien– no tienen ninguna seña de haber sido dobladas. Son papeletas íntegramente desplegadas, sin doblez, o sea, nunca entraron al cuarto oscuro”, comentó, ya que para depositar el voto en las urnas necesariamente deben doblarse en cuatro partes.
Sobre errores en las actas, responsabilizó sobre todo a los partidos políticos antes que al TSJE, ya que son las agrupaciones partidarias las que deben capacitar a los miembros de mesas. Recordó que otras cosas que sugirieron modificar es que se exija a los miembros de mesa designados por los partidos un carné de capacitación que acredite que tengan los conocimientos básicos.