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Matías Fanego, exportador de frutas, dijo que tienen inconvenientes con Senasa de Argentina debido a la demora que esta entidad realiza a los camiones que transportan mercaderías perecederas en carretas abiertas. Fanego denunció que existe un complot entre el gobierno argentino y Senasa para demorar intencionalmente las cargas que transportan, mandando encarpar además los camiones con las cargas perecederas. Esta es una decisión unilateral de Senasa, en vista a verificar la exportación paraguaya. Se debe tener en cuenta el intenso calor: con los camiones cubiertos, las mercaderías se echan a perder.
Una disposición de Senasa expresa: "Visto el expediente Nº 0118216/05 del registro del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, y las resoluciones Nº 520 del 19 de agosto de 2005 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria y Nº 823 del 30 de noviembre de 2006 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos y considerando:
Que la resolución Nº 520 del 19 de agosto de 2005 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria prohíbe el ingreso en las provincias de Formosa y Misiones de bananas (Musa spp.) provenientes de orígenes que no cumplan con el requisito de ausencia de determinadas plagas.
Que la citada resolución, en su artículo segundo, establece que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, a través de la Dirección Nacional de Protección Vegetal actualizará los requisitos para el ingreso y tránsito de material de banano (Musa spp.), tanto frutos como material de propagación.
Que la misma norma, en su artículo tercero, faculta a la Dirección Nacional de Protección Vegetal para imponer medidas de protección fitosanitaria que considere convenientes para preservar el status fitosanitario de las áreas productoras.
Los camiones llegan a un puerto privado llamado Deciva en la ciudad de Clorinda, donde son retenidos por más de 40 horas con los productos perecederos a cuestas, siendo obligados a encarpar los camiones; pasado todo ese tiempo, deben ir con las mercaderías cubiertas más de 300 kilómetros, en donde recién les permite quitar las carpas con el intenso calor y ya con las mercaderías descompuestas en su mayoría.
En total son 20 camiones afectados por esta imposición, con una pérdida aproximada de US$ 2.500 por cada camión estancado.