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Los ganaderos coinciden en señalar que luego de algunos días de ser vacunados las heridas de sus animales causadas por las punzantes jeringas se inflaman, motivo por el cual se ven obligados en faenarlos para evitar que las carnes se pierdan.
Feliciano González calificó de “mediocres” a los vacunadores del Senacsa, debido a que su ganado inmunizado sufre de afecciones en la piel. Dijo que él acompañó a los vacunadores en el correspondiente trabajo, e indicó que “no saben vacunar”, de acuerdo a lo que observó.
Por otra parte, señaló que las dosis que reciben los animales serían una sustancia “rara o vencida”, debido a lo que les produce en la piel. En ese sentido, indicó que de ahora en más no permitirá que ningún vacunador de la institución ingrese a su finca, debido a estos hechos.
Intentamos obtener la respuesta del veterinario de la Coordinadora Departamental de Salud Animal, Marcos Ovelar, a quien no ubicamos en su oficina y tampoco respondió a las llamadas telefónicas que le realizamos.