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En el árbol de una vivienda, ubicada en el Km 24 de Compañía XI Toledo Cañada de la ciudad de Capiatá, se posó un guacamayo aliverde o guacamayo rojo -conocido en nuestro país como Gua'a Pytã-, especie considerada bajo preocupación menor por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Antonia Domínguez Galeano, propietaria de la casa, se percató de la presencia del ave al oírla trinar desde lo alto, entre las ramas, del árbol. Entonces su esposo, con una escalera, capturó y bajó al guacamayo. Luego lo enjaularon en un cesto de plástico volteado sobre una placa y una teja encima para que no escapara.
Tras averiguar cómo proceder en estos casos, llamaron a la Unidad de Rescate y Extinción Capiatá-Central (URECC), cuyos integrantes se presentaron a la vivienda para rescatar al animal.
No obstante, antes de que los voluntarios vestidos de rojo se presentarán, una mujer, identificada como María Pamela Martínez Silva (34), reclamó que el guacamayo le pertenecía y aseguró ser policía, por lo que la familia pidió ayuda a agentes policiales de la comisaría local para que el animal no caiga en malas manos.
Se labró entonces un acta policial y se hizo entrega del animal a los miembros del URECC que ya habían llegado, para ese entonces, al lugar, trasladando así al ave hasta su sede donde permanece bajo el cuidado de los voluntarios.
Uno de los voluntarios del URECC precisó que el guacamayo se encuentra bien y que el martes comunicarán la situación al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) para decidir el mejor destino para el animal.