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El primero de los dos navíos que representan grandes íconos de nuestra historia está siendo reparado en la Dirección del Material (Dirmat) de la Armada Paraguaya. El objetivo es realizar un proceso de mantenimiento y reparación de este buque, que es considerado una obra viva que guarda en su interior el registro de la lucha heroica de un pueblo por su tierra.
Precisamente el lunes último el comandante de la Armada, almirante Paulo Gómez Benítez, visitó el sitio donde se realiza el remozamiento de la nave, acompañado por el jefe de Estado Mayor de la Armada, Vicealm. Bienvenido Arévalos, comandantes y directores de otras grandes unidades.
La visita fue con el objetivo de presenciar y verificar el proceso de mantenimiento y reparación que le toca por el momento al Cañonero Humaitá.
En el sitio fueron recibidos por el director de la Dirección del Material, capitán Celso Noel Chávez Caballero.
La reparación representa un paso significativo en nuestra historia, pues, luego de ser reacondicionados, los mismos serían nuevamente puestos a disposición de la ciudadanía para ser visitados como museos, así como tiempo atrás estaba disponible el cañonero Humaitá en la Costanera de Asunción.
El Cañonero Humaitá, así como el Paraguay, fueron construidos en el Astillero Cantieri Navali Odero Terni, de Génova, Italia, y diseñados por el entonces teniente primero de marina José Alfredo Bozzano Baglieto.
Ambos buques fueron culminados en el año 1930 y entregados en mayo de 1931 en la ciudad de Buenos Aires. Fueron bautizados con el nombre de Paraguay (C1) y Humaitá (C2).
Ambos fueron los barcos insignia de la Armada Paraguaya durante la Guerra del Chaco (1932-1935), transportando miles de tropas y materiales para el combate.
Los cañoneros, considerados como las máquinas más modernas en su época, hicieron su entrada triunfal en la bahía de Asunción el 5 de mayo de 1931.
Las dos embarcaciones fueron cruciales para el dominio fluvial del río Paraguay y el transporte de tropas hasta Puerto Casado. A su regreso trasladaban prisioneros y soldados heridos.
En el año 1926, cuando la guerra contra Bolivia se veía venir, el Estado Mayor Paraguayo aconsejó al gobierno comprar dos barcos de guerra para asegurar el dominio de las vías fluviales. Así fue que se resolvió la adquisición de dos cañoneros por Decreto Nº 26603 del 21 de noviembre de 1927.
En enero de 1927 el ministro de Guerra y Marina, doctor Luis A. Riart, declaró: “La guerra contra Bolivia se viene. Es irreversible. Para nosotros es fundamental dominar la navegación fluvial hasta Bahía Negra de una manera segura y firme”.
Según reportes de la Armada Nacional, el cañonero Humaitá transportó durante la guerra a 62.546 combatientes aguas arriba hasta Puerto Casado. En total hizo 84 viajes. Por su parte, el cañonero Paraguay hizo un total de 81 viajes y transportó 51.867 combatientes aguas arriba hasta Puerto Casado.
En ese tiempo el presidente de la República del Paraguay era José Patricio Guggiari. También bajo el gobierno de este mandatario se canceló la deuda por la compra de los navíos, según datos extraídos de la obra “Los cañoneros Paraguay y Humaitá, recuerdos y pedazos de la gloria paraguaya”, de Julián del Rosario Escobar, así como la obra "José Bozzano", de Bernardo Nery Farina.