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El ministro de Justicia, Éver Martínez, criticó ayer a Leguizamón y lo acusó de querer colocar obstáculos a los avances que se hacen en el Centro Educativo Itauguá. Además, aseguró que el MNP no presentó pruebas de los presuntos casos de tortura impulsados por el director del centro, Antonio Bazán, uno de los denunciados.
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“Jóvenes denunciaron golpes y malos tratos. Ahora, en mayo de 2017, hay declaraciones (de tortura) de 25 adolescentes que fueron trasladados a Tacumbú y a otros centros educativos. Hicimos la denuncia penal en fiscalía de DD.HH.”, expresó Leguizamón. Los nueve adolescentes enviados a Tacumbú fueron golpeados por el director y los guardias, conforme a la denuncia.
Además, en otro momento, dijo que la situación de los adolescentes es delicada y que ellos no quieren hacer denuncia alguna porque al final terminan bajo la tutela de lo denunciados. Añadió que Bazán tiene ya antecedentes por denuncias previas en casos de supuesta tortura.
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“Hay casos de adolescentes que fueron golpeados por hablar”, indicó. Al ministro Martínez respondió que los testimonios y las declaraciones están disponibles como pruebas de que realmente hubo torturas.
No solamente hechos de tortura reiterados se registran en esta institución: las condiciones de la infraestructura en que los adolescentes viven de por sí ya constituye un atropello a los derechos humanos y esto quedó registrado tras un recorrido de comisionados del MNP.
El MNP elevó un informe sobre presuntas torturas y maltratos por parte del director del Centro Educativo Itauguá, Antonio Bazán, y de los guardiacárceles Carlos Giménez, Jorge Florentín y Cristian Mereles.