Estos trabajos se están llevando a cabo desde hace aproximadamente tres meses, en base a estándares internacionales, incluidos los protocolos de seguridad para una mejor atención a pasajeros y personal de vuelo.  La refacción está en su etapa de culminación y el contratista es A & M S.A. Asociados.

Mientras tanto, el personal del aeropuerto se reubicó en el edificio del Cuartel de Bomberos, que no se utiliza. Esta obra se estaría entregando próximamente a la Dinac, según informaciones brindadas por el abogado y contralor de tránsito aéreo (CTA), Cándido Echagüe.

Este aeropuerto, con una pista de hormigón armado de 3.600 metros de longitud y 40 metros de ancho, con iluminación nocturna, registra unos 30 vuelos de aeronaves pequeñas por mes, que vienen principalmente de la capital a estancias del Chaco. Cargan aquí combustible (nafta y querosén) en una estación de servicio, disponible las 24 horas, a través de una empresa concesionaria.

Nueve funcionarios de la Dinac trabajan en la terminal y la Fuerza Aérea apoya con la seguridad del aeropuerto y pasajeros. Cuando hay necesidad se llama a Aduanas y Migraciones de la ciudad para atender en el aeropuerto, que está habilitado para vuelos internacionales de pequeña envergadura y ya se realizaron también algunas operaciones de aquí hacia países vecinos.

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El aeropuerto lleva el nombre de Luis María Argaña, pero existen opiniones de que debería tener un nombre relacionado al Chaco o a la Guerra del Chaco.