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“El proyecto de reforma de la Constitución vía enmienda sobre la posibilidad de reelegir candidatos a la Presidencia de la República, es inoportuno y perjudica la paz. Pedimos a sus autores y promotores sabiduría para leer los signos de este tiempo y la nobleza de renunciar a su propios intereses para servir el bien de toda la ciudadanía”, indica el comunicado firmado por el obispo de San Pedro, agentes pastorales, religiosos y fieles que participaron de la misa crismal en Tacuatí.
Igualmente, reprocha el atropello a la Constitución Nacional y hasta el reglamento interno del Senado con tal de conseguir que se apruebe la enmienda ilegal. ”Otro valor importante es el respeto de la ley y de la Constitución Nacional como expresión de nuestro pacto social. Este acuerdo rige para unirnos en una convivencia justa y democrática. Urge un compromiso de todos para rehacer nuestra tejido social con lazos de confianza y una ética del bien común”, indica el obispo canadiense que hoy trabaja en una de las diócesis más aquejadas por la ausencia del Estado.
“Recordamos las palabras del papa Francisco en el León Condou: El diálogo se basa en una opción fundamental: “la Patria primero", y no nuestros negocios”, afirma el obispo. Mientras el Presidente y su entorno discuten sobre la relección, el departamento de San Pedro sigue como uno de los más aquejados por grupos criminales como el autodenomidado Ejercito del Pueblo Paraguayo (EPP) y por la pobreza.
Como primer punto de su comunicado, se solidariza con la familia del joven Rodrigo Quintana, “asesinado en una operación policial dentro del local de su partido”, igual que los cientos de heridos y maltratados en la represión y los hechos vandálicos.