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La mujer indicó que Zamphiropolos dejó bienes que están valuados en unos 10 millones de dólares, como una estancia de 1.200 hectáreas en Caraguatay, viviendas lujosas en Asunción, vehículos y terrenos en Luque.
Expresó que familiares de su concubino, que entraron en el proceso, “están partiendo el expediente” con el fin de beneficiarse en detrimento de sus intereses como heredera privilegiada, tal como establece la Ley 2506.
Según los antecedentes, en el año 2009 falleció el excamarista Carlos Guillermino Zamphiropolos Bareiroo, y dos días después su hermano, Tito Libio Zamphiropolos Bareiro, abrió la sucesión con la intención de dejar fuera a la que fue pareja por 30 años, aparentemente para apropiarse por los vehículos y propiedades dejados por el causante de la multimillonaria disputa judicial.
Sin embargo, unos meses después, la concubina del fallecido se enteró de la situación y se presentó contra la sucesión abierta, logrando entrar por el fuero de atracción, y solicitó el “reconocimiento de unión de hecho post mortem” para exigir sus derechos como única heredera, que hasta ahora no le fue concedida.
Agregó que el expediente se tramitaba en el juzgado del 2° turno a cargo de Silvino Delvalle y luego pasó al Tribunal de Apelación, cuyos integrantes Arnaldo Martínez Prieto, había solicitado que el caso volviera al lugar de origen, es decir, al juzgado de Delvalle, lo cual no es correcto ni pertinente, según reclamó.
Luego, Benítez Medina señaló que presentó una denuncia por mal desempeño en sus funciones ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados contra los integrantes del Tribunal de Apelación Tercera Sala (Capital), María Mercedes Buongermini, Arnaldo Martínez Prieto y Neri Villalba.
Argumenta que el 10 de febrero último los citados jueces dictaron el auto interlocutorio (A.I.) N° 21 en transgresión del “debido proceso” al crear nuevas partes en el expediente y “revocando en forma solapada y tácita dos A.I. anteriores, del 2014, que ya están “firmes y ejecutoriados”.
El caso caratulado “Isabel Benítez Medina contra la sucesión de Carlos Guillermino Zamphiropolos Bareiro”, primeramente pasó a la tercera sala de Apelaciones, por una SD 234, de fecha 23 de abril de 2013 por la nulidad de esta sentencia y por una expresión de agravio. La denunciante explicó que la SD 234 de primera instancia del 23 de abril de 2013 fue dictada por el juez de primera instancia Miguel Ángel Rodas, y “lo lamentable del caso es que los tres camaristas Arnaldo Prieto, Nery Villalba y María Mercedes Buongermini, sacaron un AI nro 21 el 10 de febrero de este año, que no está ni firme ni ejecutoriado”.
Seguidamente, la mujer presentó un escrito recusando a los tres jueces. “Pero estos señores en vez de enviar el expediente completo a la Cámara que sigue, hicieron una técnica y automáticamente pasaron en el fuero Civil y Comercial de la Corte Suprema a cargo de los ministros Bajac, Garay y Torres Kimser”, sostuvo.
Para su sorpresa, los aludidos ministros de la máxima instancia judicial: “en menos de dos meses, sacaron una resolución el 9 de marzo de 2015, en un expediente fantasma con el nombre Carlos Guillermo Zamphiropolos Bareiro, que por tal motivo, primeramente pedí una reposición y un pedido de recusación sin causa del ministro Miguel Oscar Bajac, además de una compulsa del expediente completo con pago a mi costa”, indicó.
Prosiguió que “cómo había pasado de la tercera Cámara de Apelaciones, también hizo un pedido de aclaratoria a los ministros de la Corte sobre el AI nro. 21 del 10 de febrero de 2015, sobre la expresión y agravio.
La indignada mujer dijo que su objetivo es anular la SD del 23 de abril de 2013 y así demostrar la calidad de que “soy la supérstite de la sucesión de Carlos Guillermino. La única heredera universal por el artículo 93 por el Art. 93 del Derecho de la Mujer, que excluye directamente a familiares del fallecido”, manifestó.
En ese contexto, la recurrente dijo que el Art. 2506 de la “declaratoria de herederos se suspenderá cuando exista un heredero eventual concebido, hasta que la incertidumbre respecto de la herencia haya desaparecido”. Sin embargo, alega que “de nuevo tuve la mala suerte porque tuve que recusar a los ministros de la Corte con causa para demostrar que soy la única heredera”. Sostuvo que “estos ministros sacaron dos resoluciones de un expediente inexistente con el nombre de Carlos Guillermo y mi concubino se llamaba Carlos Guillermino”, aclaró la afectada.
La heredera también denunció que los ministros de la Corte volvieron a sacar dos resoluciones (94 y 95), con el nombre de Carlos Guillermo y no Carlos Guillermino, cómo indica el expediente.
Según dijo, llamativamente ambas resoluciones salieron en un solo día, es decir, el pasado 16 de junio. “Creo que a toda costa pretenden dejarme fuera de la disputa por los bienes de mi pareja sentimental”.
La ciudadana dijo estar desesperada y adelantó que recurrirá a la Comisión de Derechos Humanos del Congreso para denunciar la injusticia en su contra.