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La recuperación del paciente con adicciones, si bien no es fácil, es posible, afirma el Dr. Manuel Fresco, director del Centro Nacional de Adicciones. Agrega que, a pesar de los altos porcentajes de recaídas, internacionalmente está demostrado que los índices de recuperación alcanzan el 30 ó 40%.
Fresco manifiesta que el tratamiento de la adicción puede durar dos años o más, pero las recaídas pueden darse mayormente en aquellos pacientes que son inconstantes en su control. Primeramente, cuando la persona ingresa al servicio lo primero que se busca es que deje el consumo de drogas, lo que se logra con persistencia y apoyo. El Dr. Fresco expuso que existe un promedio de diez pacientes que acuden por día al Centro Nacional de Adicciones, tres de los cuales son pacientes nuevos.
El galeno explicó que la internación del paciente sirve solamente para el proceso de desintoxicación y se lleva a cabo de forma programada. Comentó que el Centro de Adicciones cuenta con un área de internación con capacidad para 30 camas: 15 para niños y 15 para adultos de entre 18 y 40 años. Uno de los requisitos que debe cumplir la persona antes de su ingreso a la internación es realizarse análisis laboratoriales previos para conocer su estado de salud. Durante esta etapa se convoca a la familia y se trabaja el área psicológica del adicto.
Fresco detalló que se cuenta con tres tiempos de internación y “el plazo depende de la situación de cada paciente”. Si se trata de un menor de edad, la internación puede durar hasta 30 días, mientras que en los adultos, si se refiere a casos judiciales, duraría 15 días. En caso de que sea voluntario, la estadía llega a 20 días. Con respecto a la desintoxicación, la persona recibe una atención integral. Se lo integra a grupos de autoayuda, con la colaboración de voluntarios. Uno de los grupos es el de narcóticos anónimos y en breve se adherirá el grupo de alcohólicos anónimos, adelantó Fresco.
Dentro del tratamiento del paciente está incluida la familia, pues participa de grupos de autoayuda familiar. “La familia tiene su espacio de tratamiento porque se considera que esta problemática afecta igualmente al entorno del paciente”. Si un paciente adulto –de 18 años en adelante– desea suspender su tratamiento durante el periodo que éste dure, el director dijo que se lo deja salir del servicio. La permisividad cambia cuando de menores de edad se trata. Al terminar la internación, la persona es derivada a consultas ambulatorias a las que debe asistir de manera periódica para su evaluación y seguimiento.